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Natalia Oreiro de viaje en Japón: un sueño cumplido y un inconveniente en el tren
Natalia Oreiro armó las valijas y cumplió un sueño: viajar a Japón. La actriz, conductora y cantante uruguaya voló a la isla asiática junto a su hijo, Merlín Atahualpa, recorrió algunos de sus paisajes más emblemáticos y conoció los aspectos más sorprendentes de su cultura.
La ex-conductora de La Voz Uruguay, que actualmente se encuentra abocada a su perfil actoral, compartió una serie de publicaciones en sus redes sociales junto a un mensaje emotivo y personal en el que en el que detalló su experiencia en Japón.
Además, recordó la ayuda que recibió de una desconocida que la asistió en un viaje de tren.
Natalia Oreiro en Japón: "Descubrí un país increíble"
"¿Qué es lo que más recordás de los viajes? A priori pensaría que 'eso' que deseé tanto conocer: una cultura, un paisaje. Siempre me gustó viajar y conocer jardines y arquitecturas diferentes. Pero lo que finalmente queda en mí, es su gente. Viajar a Japón, era mi sueño", comenzó la actriz uruguaya.
"La fascinación que sus jardines producían en mí, era inmensa. Conocerlo en primavera, con sus sakuras era mi gran desafío, difícil, ya que están en flor menos de una semana al año, y dependiendo del clima la fecha varía mucho. Dormir en un Ryokan, viajar en tren a las montañas, caminar pueblos antiguos, sumergirme en su filosofía de vida, momentos mágicos".
Oreiro expresó en la publicación su primera impresión sobre la sociedad japonesa: "Descubrí un país increíble, pero lo más hermoso es, sin dudas, su gente, tan amable, educada y sonriente. Me impactó".
Un descuido y la ayuda de una desconocida
Durante el viajes en tren, Oreiro perdió el celular: un descuido que puede complicar un viaje en un país desconocido en el que se habla un idioma totalmente diferente al propio. Pero, según contó, tuvo la contención de otra pasajera.
"Capítulo aparte. En uno de los tantos trenes que tomé, olvidé mi teléfono en un vagón y gracias a la organización que tienen y su extrema amabilidad logré recuperarlo. Pero hubo alguien especial, que hablaba japonés pero es inglesa. Gracias por ser un ángel, por contenerme y ayudarme. La empatía no conoce fronteras", detalló.
"Aventuras y personas que llevaré siempre en mi", concluyó Oreiro.
