Hola, ha vuelto Doble Programa, y para hoy, te invito a viajar a un país que está lejísimos - prácticamente en el opuesto exacto del planeta con respecto a nuestra República Oriental - pero que de forma más o menos directa, a través de autos, electrodomésticos, productos culturales, y demás siempre hemos tenido algo más cerca de lo que parece: Japón.
Así como mis padres crecieron con Meteoro, Marco y Astroboy (quizás sin saber que venían de allá), yo pertenezco a la generación a la que los dibujos animados japoneses se le convirtieron en un plato más del menú de opciones: las trompadas de Dragon Ball o los Caballeros del Zodíaco, fascinarse con el fútbol o el básquetbol gracias a Supercampeones o Slam Dunk, o sentarse con la taza de chocolatada y el pan con manteca religiosamente a las 17 horas frente a la tele a seguir descubriendo nuevos pokemones.
En aquel momento seguían siendo una rareza, pero hoy, esos dibujos animados y los cómics que llegan desde ese país están completamente naturalizados.
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