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¿Cuánto pagó Jim Ratcliffe, dueño de Ineos, por el 25% de Manchester United?
El fundador, patrón y socio mayoritario del grupo empresarial Ineos, el británico Jim Ratcliffe, cerró un acuerdo para adquirir el 25% de la propiedad de Manchester United, anunció este domingo el emblemático club inglés de fútbol.
El acuerdo contempla que Ineos tenga "la responsabilidad de la gestión" de los asuntos relacionados con el fútbol, aunque la venta a Ratcliffe (71 años) del 25% hace que la familia estadounidense Glazer, al frente del United desde 2005, siga teniendo el control de la propiedad.
El patrón de Ineos, ya implicado en el fútbol como dueño del club francés Niza y del suizo Lausana, desembolsó 1.250 millones de libras (unos US$ 1.585 millones) para entrar en el capital de Manchester United, aseveró la prensa.
El club es octavo actualmente en la Premier League, a 12 puntos del líder Arsenal, después de la derrota sufrida el sábado por 2-0 en el campo de West Ham. Fue un octavo revés en 18 jornadas del campeonato inglés.
En la Liga de Campeones, Manchester United fue eliminado en la fase de grupos como colista de su llave, lo que no le permite ni siquiera ser repescado para pasar a disputar la Europa League.
El acuerdo para hacerse con el 25% no era el epílogo con el que soñaba Jim Ratcliffe cuando empezó a negociar la compra, ya que pretendía una adquisición completa.
Tampoco parece la solución más ilusionante para un sector importante de la hinchada, muy crítico con los propietarios estadounidenses, cuya gestión ha hecho que el club pase en la última década a un papel secundario en el fútbol inglés y europeo.
Los aficionados de los Red Devils han reprochado en repetidas ocasiones a los Glazer que se endeudaron mucho cuando adquirieron el club y no realizaron después las inversiones necesarias para que el campeón de Europa en 1968, 1999 y 2008, siguiera siendo competitivo.
En la liga inglesa, su último título se remonta a 2013.
Un año de especulaciones
En noviembre de 2022, los propietarios del club anunciaron una reflexión sobre "todas las alternativas estratégicas, incluida la de una nueva inversión en el club, una venta o otras transacciones que impliquen a la sociedad".
En el último año se fueron sucediendo las ofertas y los rumores. Todo pareció quedar en un pulso entre Ratcliffe, una de las mayores fortunas de Reino Unido, y el jeque Jassim Ben Hama Al Thani, presidente del Qatar Islamic Bank (QIB).
El acuerdo Glazer-Ratcliffe incluye una inversión de 300 millones de dólares (€ 272 millones) para la renovación del célebre estadio Old Trafford. El dirigente de Ineos había prometido a los aficionados mejorar su centro de entrenamiento de Carrington y atraer a jugadores capaces de devolver a Manchester United al nivel de los mejores del continente.
Lo cierto es que Manchester United, club de mitos como Bobby Charlton, George Best, David Beckham o Cristiano Ronaldo, vive ahora deportivamente a la sombra de su vecino Manchester City, propiedad de la familia reinante de Emiratos Árabes Unidos. Pero pese a ello, su estatus y atractivo parece conservarse en términos de facturación y tirón social.
Según la prensa, los propietarios estadounidenses, miembros de la familia Glazer, reclamaban 6.000 millones de libras (€ 6.900 millones o US$ 7.610 millones) para desprenderse del club de manera íntegra.
El club había sido adquirido por Malcolm Glazer, el padre, en 2005 por 790 millones de libras.
Ratcliffe, un defensor del Brexit
La suma solicitada y la demora terminaron con la paciencia de los cataríes. Ratcliffe, hincha declarado del club y que creció en un entorno desfavorecido en Mánchester, se quedó solo en la carrera.
El empresario, nombrado Sir en 2018 por la reina Isabel II, fundó hace 20 años la compañía Ineos, que se ha convertido en un gigante industrial que emplea a más de 26.000 personas en 29 países, después de varias operaciones de compra de empresas.
Conocido por sus dotes de negociador implacable, especialmente con los sindicatos, defendió la salida del Reino Unido de la Unión Europa.
"No necesitamos que unas personas en Europa nos digan cómo gestionar nuestro país", dijo entonces, durante el debate que terminó conduciendo al Brexit.
Diversas ONG le acusaron de adoptar esa postura para que sus empresas petroquímicas pudieran esquivar las normas medioambientales comunitarias.
