Esta semana, una foto suya estudiando, cuadernola en mano, en el vestuario de Fénix llamó la atención. El arquero de la Cuarta de Capurro la subió a su Twitter y destacó el esfuerzo de su compañero.
"Recién llegué de practicar", contó Víctor a Referí este martes al mediodía, en el inicio de una charla para conocer la historia detrás de la foto. "Estamos practicando de mañana en Capurro. Yo vivo en Punta de Rieles y tengo como dos horas de viaje todos los días. Me levantó a las 6 de la mañana y ya me estoy yendo a entrenar. Me tomó dos bondis, llego, practico y después mi padre me tiene que ir a buscar en la moto porque si no, no llegó para estudiar, porque entro a las 13:00, y terminamos de practicar a las 12:00, no me da", agregó.
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El joven de 16 años tiene clases en el liceo 25 José Belloni, en la ruta 8, cerca del Estadio Campeón del Siglo, hasta las 19:30. "Y cuando llegó a casa ayudo a mis padres que tienen un almacén. Los ayudo a atender y reponer todo, porque no tenemos empleado ni nada, y estoy con ellos hasta las 21:30. Y después que cerramos, apronto todo para el fútbol y el estudio del otro día. Si tengo que estudiar, me quedo hasta las 00:00 o 01:00", agregó.
Así son los días de Víctor. "No tengo descanso", comentó y señaló que tiene más tiempo libre los días sábados. "Porque ahora cambiamos de técnico y en estos primeros partidos no me ha citado, pero ahora es cuando más hay que meterle", señaló el volante de la Quinta de Fénix que tiene a Edgardo López Báez como entrenador.
Al club de Capurro llegó en junio de 2017. Comenzó en baby fútbol en Málaga de Punta de Rieles, luego pasó por La Luz, estuvo en Danubio en AUFI y el año pasado comenzó en Canadian, hasta que se fue a probar a Fénix, "sin conocer a nadie", y quedó.
"Me tomo dos ómnibus, el 103, que demora unos 45 minutos hasta Garibaldi, y el 76, que pasa uno cada 40 minutos. Prefiero levantarme más temprano e ir a esperar el bondi", dijo Víctor sobre el trayecto que hace desde su casa hasta el Capurro para ir a entrenar todos los días.
"A veces ni desayuno, me voy sin desayunar. Me llevo el mate y voy tomando en el ómnibus o el vestuario. Porque si me caliento una leche o algo se me van media hora o 20 minutos, se me va el tiempo", agregó. "Y cuando llego al mediodía de entrenar a casa, no me da para comer nada, porque entro a las 13:00. Llegó, me baño y me tengo que ir a tomar el ómnibus. Como más fuerte de noche".
Consultado por la foto que en el vestuario, señaló que estaba estudiando Matemáticas porque al otro día tenía que dar la prueba. "Me llevé la cuadernola porque no me había dado el tiempo en casa, se me hizo tarde ayudando a mis padres, y como fui el que llegó más temprano a la práctica y no había nadie, me puse a estudiar", indicó. "Me llevo el mate y estudio. A veces leo en el ómnibus, pero a esa hora van rellenos y vas apretado, es complicado", señaló.
El joven volante está en 5° Biológico y ha tenido un buen arranque de año. "La llevo bien. Me llevé a examen Química de 4to y a veces voy antes al liceo que los profesores me conocen y me dan clases gratis para poder salvarla. Y ahora no tengo ninguna baja. En la primera prueba del año, que fue Filosofía, me saqué 8".
Sobre su futuro, dijo que piensa seguir estudiando cuando termine el liceo y que le gustaría ser preparador físico o algo vinculado.
"El fútbol es mucha suerte, podes ligar o no, viste cómo es... Y yo tengo dos bases, el fútbol y el estudio. Si no es el fútbol, seguiré estudiando", expresó.Ante la pregunta de si se puede estudiar y jugar al fútbol, Víctor considera que sí es posible. "Les aconsejo que si tienen un sueño, luchen por su sueño, que hay que sacrificar mucho. Yo no voy a bailar, me tengo que cuidar con las comidas, no puedo dormirme tarde y todas esas cosas. Tarde o temprano el sacrificio va a dar sus resultados", señaló.
Agregó que varios compañeros de la Quinta albivioleta también estudian, aunque la tienen más fácil porque están más cerca de Capurro. "Yo estoy lejos. En Turismo aproveché a sacar la boletera porque si no gastaba unos $ 180 por día y a veces mi padre no tenía para darme. Ahora ya no gasto tanto", comentó el juvenil, que no recibe nada de Fénix.
El próximo objetivo de Víctor es volver a tener minutos tras cinco partidos sin ser tenido en cuenta. "Estuve hablando con (José) "Martillo" Aguiar, mi técnico del año pasado, y me dijo que iba a hablar con el actual técnico para ver cómo estaba yo", señaló.
"Pasa que si yo llego de noche y me pongo a entrenar por mi cuenta, para superarme, me sobrecargo los músculos y estoy muerto al otro día de mañana. Eso te desmotiva un poco, estar tres meses sin jugar un partido te da ganas de dejar", comentó el futbolista y estudiante antes de despedirse.
"No puedo perder tiempo, si no, no me da. Pero con sacrificio se puede", señaló, y se fue para el liceo.
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