Uruguay XV sufrió una goleada inaceptable

Fue una paliza. Dolorosa. Argentina XV, el segundo equipo albiceleste,pasó por encima a Uruguay XV, su similar uruguayo. Fue un 82-7 por el cierre de la Americas Pacific Challenge, en el resultado más amplio que sufriera un seleccionado uruguayo en mucho tiempo.

Es cierto que aún la desastrosa tarde del domingo no borra un gran año de selecciones, que tiene a Los Teros en carrera para clasificar al Mundial, incluida la racha de victorias más amplia de la historia -nueve-. Y es cierto que no son Los Teros sino su segundo seleccionado, quizás en la primera oportunidad que se jugó un torneo de nivel internacional con un auténtico segundo equipo, probando varios jugadores, algunos casi sin experiencia internacional y otros volviendo después de un tiempo. También es cierto que este Argentina XV, con varios Jaguares en sus filas, y con la motivación que la llegada de Mario Ledesma como DT a ese equipo -lo que transformó a este segundo seleccionado en una vidriera para la franquicia-, estuvo sobrado en el torneo, y le metió 71 puntos a Canadá y 85 a Samoa.

Pero aún con todos esos asteriscos, la derrota de Uruguay XV no es aceptable. Porque, de ratos, el equipo entregó lo que es innegociable: la actitud y la entrega para el tackle. Eso pavimentó la goleada, porque Argentina estaba dispuesta a hacer los puntos que pudiera.

Eso se vio bien claro entre los 18 minutos a los 30', lapso en el cual el rival apoyó cuatro tries y liquidó el partido. Hasta allí era un 7-0, en el que los argentinos eran más pero dentro de un panorama general parejo, en el que Uruguay atacaba y no lograba quebrar, y también cometía algunos errores claros, como no jugar rápido un penal, luego no patear a los palos para ir al line y finalmente perder la pelota en la hilera.

Ese desgaste generó cansancio que Argentina aprovechó para ponerse 14-0 a los 18'. Luego llego otro a los 23, y otro a los 25, y otro a los 30', para estirar la ventaja al 33-0 que liquidó el partido.

Esos minutos fueron lo más preocupante del equipo. Porque allí apareció la displicencia para resposicionarse tras un penal rápido, la inocencia de entrar en las fáciles trampas argentinas -tres jugadores yéndose con un falso y generando el espacio para el cambio de ángulo-, una enormidad de tackles errados y el nulo retorno una vez que el rival ganaba la ventaja.

También las cabezas bajas y la falta de que los líderes pegaran tres gritos y generaran un cambio de actitud.

Argentina no perdonó hasta irse al descanso 54-0. Uruguay XV se entregó en ese lapso entre los 18 y los 40', y eso es lo inaceptable al nivel que se está jugando, en una tarde en la que muchos estaban a prueba para saber si podían estar en la ventana de noviembre o incluso el repechaje con Los Teros. Claramente, desde el juego, la actitud o el liderzago, la gran mayoría no pasó la prueba.

En el segundo tiempo Uruguay puso más actitud, y Argentina sacó el pie del acelerador. Esas dos cosas hicieron que los celestes tuvieran varios momentos de dominio, aunque allí apreció otra señal negativa: no pudieron prácticamente generar opciones de try ante una defensa que esperó siempre bien armada, salvo el try de Ormaechea -uno de los que puso otra actitud al ingresar- tras desprenderse de un maul.

En cambio, a Argentina XV le alcanzó cada ataque a fondo para sumar tries, casi que de primera fase, hasta alcanzar cuatro más que completaron el 82-7, mostrando otro aspecto del equipo uruguayo en el torneo: 156 puntos en contra, y una defensa que no estuvo a la altura de lo que mostraron Los Teros este año.

No es cuestión de la crítica fácil, o de olvidar todos los elogios del año. Pero sí sacar conclusiones de este torneo, en el que Uruguay XV se mostró a la altura en los dos primeros partidos y lejísimos en el último. Ante todo, para seguir el camino que están marcando Los Teros, habrá que concluir que una derrota del domingo es inaceptable.