Rodolfo Ambrosio

Rugby > ENTREVISTA

Habla el nuevo DT de Los Teros: la charla que tuvo con los jugadores, la eliminatoria que se adelantó y qué tipo de líder será

Rodolfo Ambrosio habló contó los entretelones de cómo asumió en la selección de rugby; adelantó que la eliminatoria comenzará en setiembre de este año y contó como prepara los partidos ante Francia, Argentina y Escocia
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15 de abril de 2024 a las 17:40

Rodolfo Ambrosio tiene una larga experiencia como entrenador. Dirigió más de una década en clubes italianos, fue tres años entrenador de Los Pumitas, fue uno de los DT que iniciaron los planes de Alto Rendimiento en Argentina, dirigió a Brasil en el mejor momento de Los Tupis, fue parte del cuerpo técnico de Pablo Lemoine en Chile en el Mundial 2023... y con todo ese currículum ahora asume en Los Teros, en un momento trascendente para el seleccionado uruguayo de rugby: tras su tercer mundial consecutivo, el desafio es subir un nuevo escalón, pero en el medio de una transformación del mapa mundial de competencias, en el que tendrá tres tests históricos en julio (Francia, Argentina, Escocia) pero luego dificilmente más partidos ante potencias hasta 2027. Y además, una eliminatoria adelantada ya a setiembre de 2024, y con un cambio en el sistema de selección, con muchos jugadores en el exterior.

De todo eso habló Ambrosio con El Observador en esta entrevista.

¿Cómo te surge esta oportunidad de dirigir a Los Teros?

El presidente de la URU, el Tano Magno, y Pino (Sebastián Píñeyrúa, presidente de Sudamérica Rugby), me dijeron que querían hablar conmigo y tener una reunión. Estuve con ellos dos,  me hicieron una propuesta de si quería agarrar Uruguay. Había tenido otras oportunidades y no eran lugares para mí en este momento de mi vida. En esta propuesta de Uruguay hay una cuestión de afinidad y yo me siento cómodo.

Fue bastante rápido. ¿No hubo mucho que hablar?

Cuando las cosas se dan tan naturales uno se siente a gusto y no da para dar tantas vueltas . El “déjame que lo piense” lo dicen los chicos a los 12 años.

¿Se te había cruzado por la cabeza? Uruguay estaba hace meses en busca de un técnico y a su vez vos sos uno de los hombres de más experiencia que hay en la región.

Con el huevo (Daniel Hourcade, gerente de Alto Rendimiento de Sudamérica Rugby) hace varios años que estamos juntos. Cuando yo me fui de Brasil me incorporé al equipo de trabajo que comenzamos con Sudamérica Rugby, hasta que después ya pasamos a hacer consultores de World Rugby. Yo estaba cómodo trabajando con Huevo, después Pablo (Lemoine) me pidió que lo acompañara en Chile. Pero yo siempre estaba cerca del juego. No deja de ser un honor trabajar con con los jugadores uruguayos, a los cuales le tengo mucho aprecio.

¿En qué momento de tu vida te agarra el desafío? Tenes hijos grandes así que ese es un problema menos.

Tengo algo que que me ha facilitado siempre la vida: una mujer que me acompaña en todos los desafíos. Y tengo hijos grandes, que me han acompañado siempre. Entonces soy agradecido a la familia, porque si he podido hacer y trabajar de lo que me gusta ha sido gracias a que me han acompañado. Y más en este desafío: estamos hablando de un pueblo que tiene los mismos usos y costumbres que tengo. Estuve 23 años en Europa, me adapté a cómo es la vida allá, pero siempre uno extraña Sudamérica, la forma que tenemos de relacionarnos, donde la casa uno está abierta para juntarse con un amigo. Allá es un poco más difícil. Uno también aprende mucho, la vida te golpea y va aprendiendo a manejarse con más tranquilidad, con más paciencia. Es un buen momento para agarrar esto.

Un punto importante para la URU era buscar un entrenador argentino que tuviera los mismos códigos culturales.

Hablar con los jugadores uruguayos es fácil: la formación que tienen es la misma que en Argentina, vienen de clubes donde lo que prevalece es el voluntariado, donde aportan permanentemente. Es como hablar con los chicos de mi club.

Viajaste a Uruguay, firmaste, y ahora, te volviste a Córdoba y ya empezaste a trabajar contactándote con los jugadores.

Acá los tiempos urgen y la dinámica es mucha. En dos meses ya tenemos una ventana internacional que es histórica para Uruguay jugar de local contra Francia, Escocia y Pumas en la misma ventana, o sea, es algo que no ha ocurrido nunca. La tarea que hay que realizar para poder dejar en alto el rugby uruguayo es mucha. Después es un año en donde va a haber clasificación de copa del mundo, habrá ventana de noviembre, un año complicado y con toda esta experiencia nueva de tener tantos jugadores uruguayos jugando afuera, que no tiene nada de malo, pero hay que acostumbrarse a que los jugadores lleguen una o dos semanas de los partidos, y poder armar una estructura de juego para que rindan al máximo. No hay nada que sea imposible, pero va a ser un comienzo complicado. 

Uruguay alcanza picos de rendimiento en los Mundiales, pero es verdad que atrás de eso hay varios meses en la recta final de trabajando juntos, años incluso con la franquicia.

Uruguay eligió allá por el año 2010 un camino de entrar en el alto rendimiento, eso favoreció el crecimiento exponencial del rugby uruguayo. Siempre trabajó muy bien, tienen clubes que siempre aportaron muchísimo. No quiero nombrar mucha gente porque siempre uno se olvida de alguien, pero en un momento Pablo Lemoine estaba a cargo de la Academia en el Charrúa, los comienzos de entrenarse todos los días, después llegó el mono Meneses, lo llevó dos mundiales dejando una tarea impecable, acompañado por Pablo Bouza y después gente como Guzmán (Barreiro), Cochi (Durán), toda la gente que ha estado de la parte técnica en las otras áreas también. El voluntariado es algo que no falta en Uruguay, es una pasión, es la forma de ser la forma de vivir que tiene el pueblo uruguayo. Gracias al gran esfuerzo que hicieron los jugadores se posicionaron donde están, más que merecido lo tienen. Pero esto no para nunca, hay que seguir trabajando.

¿Cuándo  te vas a instalar en Uruguay?

Tengo con World Rugby dos visitas pendientes que quiero realizarlas porque es un compromiso que tomé. Entre medio voy a estar presente en Uruguay para empezar a hablar con los jugadores que están jugando el Super Rugby Americas, con los que están en la academia, y empezar a ver cómo hacer con los que vienen de afuera. Tenemos que identificar fechas de llegadas, de partidas. Nos tenemos que reunir Guzmán (Barreiro, director de Rugby de la URU) para ver un montón de cosas, pero le dije que me espere un par de días. Cuando termine de hablar con todos los jugadores voy a juntarme con Gumzán a planificar. Y también hay que pensar en hacer una visita a Europa para que cuando los jugadores lleguen tengan todo pronto. Sobre todo los de Francia, que van a llegar casi sobre la fecha. Tenemos que anticipar cómo vamos a trabajar para que cuando lleguen no se sientan tan ajenos. También hay ocho jugadores que están en Estados Unidos. Con la gente que está en Uruguay es más fácil. En dos minutos uno se sienta y puede armar todo, pero con los que están afuera va a ser más difícil. También hay que planificar lo que va a ser el staff, y los momentos, porque no es la misma cantidad de staff que necesitas en competencia que cuando no lo estés. Por ejemplo, cuando estás jugando necesitás algún fisio extra para ayudar, porque tenés 30 jugadores que se entrenan todos los días y juegan el fin de semana. El trabajo que hay que es muy grande y hay que planificarlo.

¿Tenés definido cómo será tu staff?

No. Hasta que no termine de hablar con los jugadores no voy a tomar ningún tipo de decisión. El juego está hecho para los jugadores y quiero que ellos estén lo más cómodos posible para que puedan rendir el máximo. Entonces primero quiero un espacio para ellos y en base a eso ir tomando las decisiones. 

¿Qué te fuiste encontrando en la charla con los jugadores? Los de Estados Unidos también llegarán sobre la fecha.

Son como planes paralelos, porque los jugadores de MLR van a terminar muy justos, pero después la segunda parte del año ellos pueden pueden quedarse en Montevideo y entonces uno tiene seis meses para trabajar con ellos. Este no es un plan para dentro de dos meses, sino que va a llevar un período de tiempo mucho más largo. Que el árbol no tape el bosque. Seguramente también encontraremos preparaciones físicas distintas. Argentina vive hace muchos años en este en este misterioso mundo de buscar jugadores de equipos distintos, con preparaciones distintas, ponerlos juntos y tener que competir. 

Muchos jugadores de MLR dicen que la preparación allá está más basada en el juego que en la parte física.

Cuando vos te metes en el mundo del high performance empiezan a aparecer las propuestas, las oportunidades, y ahí no le podés decir al jugador “no tomes esa oportunidad”. Hay que ver cómo adaptarse, por eso es que no hay ningún ciclo que sea mejor que otro. En los últimos años casi todos los jugadores estaban en Peñarol y se sumaban dos o tres de afuera. Si vos me preguntabas cuál es el sistema que más me gusta, te digo lo que hace Nueva Zelanda hace muchos años: mantuvieron muy alto el seleccionado mientras tuvieron control de sus jugadores. No estoy con esto diciendo que el sistema sea malo, pero hay que adaptarse a cómo están las cosas y aprender a trabajar.

A Uruguay le está pasando lo que le pasó a Argentina post pandemia, y ahora hay que traer de vuelta a los jugadores a esta nueva realidad que te que te toca inaugurar a ti, porque Meneses tenía un esquema como una base mucho más fuerte en Uruguay.

Argentina también pasó por periodos. Cuando salen terceros en la Copa del Mundo del 2007 eran todos jugadores afuera, después optó por un sistema de que los jugadores tenían que quedarse en casa y también le fue bien, y hoy llegó de nuevo a la semifinal del Mundial con todos afuera.

¿Qué te encontraste en esa primera charla con los jugadores? Hay que pensar en cuatro años, pero poder contar con todos en julio, porque son de una exigencia tremenda.

Lo primero fue ponerse a disposición. Para el jugador uruguayo la gran pasión de su vida es jugar para Uruguay. Después tiene todo lo otro que hay respetar, porque también es su vida, su futuro, su carrera. Entonces a los chicos hay que tratar de acompañarlos en los desafíos que tienen. Ellos todavía están enfocados y concentrados en sus equipos. No es distinto a lo que le pasa a Los Pumas, hoy los jugadores están jugando en sus equipos. Hay que ver cómo nos adaptamos al cambio, porque Francia no cambió el entrenador, Escocia tampoco. El tema es la capacidad que tengan los jugadores para adaptarse los más rápidamente a esas modificaciones.

¿Qué filosofía tenés a la hora de dirigir grupos? Los últimos dos técnicos que pasaron por Los Teros tenían estilos muy diferentes: Pablo Lemoine uno más fuerte de autoridad, el Mono un liderazgo más horizontal, con mucho ingreso de los jugadores a la hora de tomar decisiones. Vos trabajaste con los dos, pero además tenés una larga trayectoria como líder del grupo.

Pablo es un gran líder, tiene las cosas muy claras, es sumamente exigente. Él comenzó con el high performance en Uruguay, y posiblemente si en ese momento no tenés ese peso es complicado. Si uno ahí apuesta a mucho diálogo se pasa cinco años hablando. Pablo es concreto, va al frente y hace. El Mono es más moderado, él estuvo en el momento justo donde la moderación hizo que el equipo funcione como funcionó. 

Mi filosofía es adaptarme a la capacidad que tienen los jugadores. Si tengo forwards grandes jugaré con los forwards, y si tengo backs buenísimos lo mismo. No soy de imponerme, de que los jugadores se adapten a lo que a mí me gusta jugar. Ahora estoy viendo todos los últimos 10 partidos de Uruguay para sacar conclusiones, adaptarme a ellos y partir de ahí, tratar de formar algo. De todos modos esto tiene una dinámica tremenda. Hoy a los 4 o 5 meses tenés que repensar el plan.

En 2015 Uruguay tenía una identidad muy fuerte basada en la defensa en las formaciones fijas, y después llega Meneses con un con un planteo de empezar a jugar más ofensivo. ¿Desde dónde empezas a construir?

El jugador uruguayo tiene una calidad mental que hace que lo que le vas poniendo adelante lo toma como desafío. Son ambiciosos, no les gusta que les vaya mal, entonces te desafían. Quizás no hay que sacarle nada de lo que hacen ni lo que hicieron, sino que hay que agregarle, aprovechar la base que tienen. Voy agregarle un poquito más a lo que a lo que tienen. Y también meter la cabeza en seguir trabajando con el desarrollo, porque si luego no queda nada sería un fracaso. Hay que ver cómo uno puede colaborar abajo para que se sigan saliendo los jugadores que salen todos los años.

¿Qué has ido viendo de esos últimos 10 partidos? ¿Qué cosas concretas se le puede agregar al equipo?

Pregúntame la la próxima vez. Primero tengo que hablar con los jugadores, por una cuestión de respeto.

¿Pero dónde ves parado a Uruguay hoy? Estaba el objetivo ese de ganar dos partidos en el mundial pasado, que no se logró. Ahora hay más posibilidad de llegar al Mundial que viene porque van a ser 24 países, pero hay que tratar de acercarse al techo del Tier 2, que también era un objetivo el periodo pasado y que no se terminó de lograr.

En todo deporte la cuestión mental es muy importante. Hay que ver cómo uno juega con los objetivos que uno se pone. Tenemos que ver cómo los jugadores están preparados mentalmente para crear presión. Hay jugadores que conviven muy bien con la presión y crearles presión es bueno, pero a lo mejor en un momento todavía no estaban preparados para crear esa presión. Es algo muy íntimo y hay que estar dentro del grupo para saber cómo manejarlo.

Mi objetivo es que juguemos bien al rugby. No digo vistoso, ni que la pelota le tiene que llegar si o si al wing, sino tener buena obtención, tener un buen pack de forwards, un equipo que te pone adelante, manejar bien las destrezas de juego, el juego aéreo, tener un buen sistema defensivo. Si nosotros jugamos bien, cumplimos con todo eso, entonces empiezo a tener expectativas de  que los resultados lleguen. 

No me animo a decir hoy que haya objetivos tan claros, pero tampoco podemos esconder que el objetivo es ir a la próxima Copa del Mundo. Es un objetivo que tenemos que trabajar y construirlo para que sea posible, sea porque clasificás directamente en Sudamérica o sea porque te toca ir al repechaje. Sea sea como sea hay que llegar a la próxima Copa del Mundo. Es un largo camino y va a haber muchos obstáculos y dificultades, pero es lo que tenemos que aprender a esquivar.

Eso a lo largo de tu carrera se va viendo: el pico de Brasil fue contigo, con un muy fuerte scrum ¿Vos querías construir a partir de ahí era lo más fuerte que encontraste?

No hay nada más cruel que la realidad, y a eso hay que adaptarse. Los jugadores brasileños hicieron un sacrificio enorme, porque el pedido que yo les hice fue muy alto. Ellos tuvieron la disponibilidad de creer que si hacían eso podían llegar. Es más fácil que uno se adapte a 30 y no que 30 a uno. El ideal lo construís, es fundamentalmente que juguemos bien, pero no vamos a jugar bien si tienen dificultad de adaptarse y vos les pedís algo que no tienen condiciones para hacerlo. No estoy hablando de condiciones de saber pasarse la pelota, si no que todos los equipos están condicionados por algo. Pasa por ahí la condición humana.

¿Cómo ves el mapa de competencias de Uruguay con todo esto de la Liga Mundial? Uruguay tiene una gran ventana de julio en 2024 pero a su vez después hay muchas interrogantes

No creo que hoy Uruguay o Chile sean una gran preocupación para World Rugby. Si vos tenés una ventana con tres partidos muy difíciles y ganás, todo el mundo va a empezar a decir, “¿che y estos flacos por qué no están?”. En un momento pasa el tren y vos te subís o no. Es muy difícil que World Rugby se ponga a pensar en algo que ve como una utopía. No me animo a ser crítico de lo que desconozco, pero si yo tengo que organizar algo y que sea económicamente rentable, voy a ir a lo que tengo seguro. Argentina durante miles de años pidió competencia y llegó participar en el Championship a partir del 2012. Fueron 40 años pidiendo. ¿Uruguay quería competencia? Bueno, ahí la tiene. Ahora hay que hacer cargo de eso y hay que rendir lo mejor posible para que lo tengan en consideración.

¿Cómo ves esta realidad de Peñarol? Se apostó a no traer jugadores de experiencia, pero está costando. Pasó de ser el bicampeón a estar peleando el cuarto lugar. Vos me dirás que entrar a playoffs es secundario y que el equipo tiene que ir haciéndose, pero se nota que al equipo le está costando. 

Hubo muchos cambios, se fueron jugadores de gran categoría y con mucha experiencia. Hoy algunos son jugadores que están empezando a recoger el reconocimiento. También hay muchos chicos que no tienen experiencia y sí, es un momento difícil. Hubo un cambio de staff que acompaña al cambio de jugadores, o sea, todo ha sido una dificultad. Pero hay que ver también la parte positiva, el equipo ha sabido estar en partido hasta los últimos 10 minutos. Eso es inexperiencia. Empezar a trabajar en enero y en dos meses conformar un equipo y todo un modelo nuevo no es fácil, y más cuando te enfrentas con equipos que ya están armados. La expectativa era más grande, pero hay que tener paciencia.

¿Has hablado ya con Leo Senatore?

A Leo no quiero no quiero crearle dificultad sino al contrario, acompañarlo  La semana que viene estoy yendo para Montevideo y ahí voy a voy a hablar con tranquilidad con Leo. Él merece que yo me siente charlar en una mesa y no que le hable por teléfono.

¿Cuándo se puede esperar que empieces a armar tu staff?

Ahora tengo esos dos compromisos con World Rugby, un curso en Chile y otro en Paraguay, y después también quiero ir a Europa hablar con los jugadores. Por eso no quiero poner fechas. Todos los días me despierto a las 6 de la mañana y empiezo a escribir y escribir. En algún momento lo voy a bajar porque estoy escribiendo demasiado… (risas), tengo que empezar a definirlo. 

¿Como ves la ausencia de competencia entre julio y noviembre?

Siempre te preocupan los que juegan menos, porque hay algunos que van a venir de MLR para jugar la ventana, van a jugar la clasificación la Copa del Mundo, la ventana de noviembre, van a terminar jugando 10 u 11 partidos y para ellos no cambia nada. El tema es encontrar una solución para los que tienen que estar un partido en el banco o afuera. El problema no es con el 100%.

La solución tampoco es volver a la competencia del club.

A mí eso no me molesta absolutamente. Es un tema de la Unión, que define a cuál es la política. Hace 10 años estaba en Irlanda por una reunión y O'Driscoll era el capitán de Irlanda y una vez por año bajaba a jugar con su club un partido y estaban todos felices, sus compañeros, los que jugaban en contra, la cancha estaba llena. Yo creo que habría que aprender algo de estos países.

¿Qué sabes de la forma de disputa de las eliminatorias? Hay una posibilidad de arrancar en septiembre con Uruguay y Chile

Si, ya es este año, en setiembre con Uruguay, Chile y los dos que vengan de la clasificación previa. La clasificación a la copa del mundo son dos años, y este año ya se va a jugar la rueda de ida este año y la de vuelta el que viene.

Te gusta ese sistema? Hasta ahora Uruguay siempre había jugado de local por ser el país de más alto ranking. Ahora va a tener que ir y volver, es bastante exigente, no? 

Y depende de quién te toca entrenar si te gusta, o no… Ahora me toca Uruguay y no me gusta (risas), pero me parece que es el sistema más justo. Por supuesto que quien tiene el ranking  más alto juega la definición de local.

Vas a tener que hablar con los dirigentes para que te traigan a todos los jugadores, porque te jugás puntos grandes en un momento delicado que para jugar Europa es delicado, en el arranque de sus temporadas.

Eso es lo que estoy hablando con los jugadores, o tratando de ver con ellos.

¿Si tenés que elegir julio o septiembre elegís setiembre? ¿O los dos? 

Los dos. No tengo prioridad, jugar con Francia, Argentina y Escocia es muy fuerte.

Hablabas de ayudar en la base, de dejar un legado. Para estar a esta altura de los desafíos que se plantea Uruguay hay que sacar más jugadores, pero es difícil con el tamaño de la base que hay. Históricamente decíamos que faltaban pilares derechos, pero hoy tenemos cuatro jugando afuera y faltan izquierdos, tambien históricamente falta tamaño faltan segundas líneas. ¿Cómo ves esa esa realidad de Uruguay, con un sistema acotado a la cantidad de clubes y jugadores que tiene?

Hay que tratar de dar la mejor calidad a la menor cantidad. Es mucho más fácil trabajar con cantidades muy grandes, en donde la calidad viene naturalmente dada por la cantidad que tenés. Pero también tenés un país como Nueva Zelanda con tres millones y medio de habitantes y los encuentra. 

Pensando en lo inmediato tenes un tema importante con el seven, que va a estar jugando Juegos Olímpicos en agosto y llegarían sobre la fecha a eliminatorias.

Van a llegar flaquitos y livianos y vos los querés grandotes y gordos. ¿Y si los chicos gana el Challenger y van al Circuito del año que viene? Es todo tan dinámico… es otro problema, claro. Antes planificabas por tiempos largos, hoy hay que reaccionar y volver a planificar.

¿Vas a sumarte a los trabajos de Los Teritos para el Mundial Juvenil?

Voy a dar una mano donde haga falta, donde necesiten y donde. El espacio lo tengo, pero también tengo que ir ahorrando energía y tiempo para lo más para lo que es más importante. No salir ahora a querer hacer todo y cuando llegue el momento que hace falta la energía.

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