Guillermina Tiramonti es licenciada en Ciencia Política por la Universidad del Salvador (USAL) y máster en Educación por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. Y sobre todo, es una de las especialistas en educación más respetadas, con una voz alejada de los lugares comunes a los que se suele apelar para hablar de estos temas, lo que le ha valido críticas de todas las márgenes de la grieta. "Me pegan de un lado y del otro", bromea y aclara: "la realidad no siempre es dilemática, el mundo es mucho más complejo que lo bueno y lo malo".
En su cruzada para "rediscutir las causas nobles a la luz de los efectos que han tenido esas causas", Tiramonti plantea que "la educación superior en la Argentina no es igualitaria como sostenemos": "Hemos sostenido por el hecho de que es pública, gratuita y tiene ingreso irrestricto. No tenemos una universidad equitativa, sino que solo los grupos de las clases medias altas logran recibirse de nuestra universidad pública. Habrá que discutir si estas dos estrategias de gratuidad e ingreso irrestricto cómo funcionan para no generar el efecto de la equidad".
Entrevistada por El Observador Radio 107.9, la especialista sostuvo que se sostiene la equidad de la educación superior "a veces hipócritamente" porque "ya sabemos que están vacíos de sentido". "Lo que hay que preguntarse es a quiénes beneficia sostener estas posiciones, y quiénes están castigados por eso. Y no sé bien a quiénes beneficia pero estoy segura de que castiga a los sectores más bajos de la población que ni siquiera terminan la escuela secundaria”.
Tiramonti sostuvo que "de cualquier manera, el futuro del país se juega en una educación pública, en todos sus niveles, de calidad. Y con eso estoy diciendo: salimos a defender la universidad, habría que haber salido antes también a defender el sistema educativo, a oponerse a muchas de las medidas que han destruido el sistema público".
"Yo creo que las causas nobles a favor de la educación pública son las que más destruyeron o más han desprestigiado a las escuelas públicas", dijo la especialista y entre esas causas enumeró: "Pensar que la evaluación no debe ser una prioridad, pensar que los docentes tienen derecho a hacer todas las huelgas que les permite el estatuto, pensar que los estudiantes de la docencia no tienen que ser evaluados, no pedir otro otra carrera docente para tener docentes mejor preparados y mejor pagos…".
En ese marco, Tiramonti consideró saludable "que alguien patee el nido" y añadió que "si alguien pateó el nido y sacamos a reducir todas esas cosas, después sigamos discutiendo y sigamos buscando alternativas, que no sea un partido de ganó Milei o ganó la universidad porque con eso no vamos a ningún lado".
Entre los puntos a reformar de la educación superior, Tiramonti destacó que "la auditoría es un punto muy importante", porque hay un simulacro de auditoría". Pero además, enumeró: "las universidades tienen muchísima burocracia, tienen carreras más largas que lo que deberían, hay superposiciones, hay poca flexibilidad, poca atención a los cambios en la organización de las carreras, seguimos teniendo el sistema de cátedras que es algo del siglo XVIII".
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