Los Teros dieron el primer paso hacia el Mundial de Japón

De visitante, en un día difícil para jugar los las condiciones climáticas, y con la presión de arrancar el camino al Mundial, Los Teros dieron un buen primer paso el sábado: golearon a Paraguay 45-17 por la primera fecha del Sudamericano, primer paso de la Eliminatoria a Japón 2019.

El mayor debe estuvo en un segundo tiempo en el que el equipo bajó la intensidad y perdió el parcial 17-12. Será un detalle a trabajar, sobre todo a mantener la intensidad durante los 80 minutos. Aunque sin duda lo más preocupante de la tarde fue el balance de lesiones: Alejandro Nieto en el tobillo, y Nicolás Freitas en la rodilla, en duda para lo que queda del Sudamericano.

Los celestes tenían que mostrar autoridad ante el rival más flojo del torneo. Con el recuerdo de haber sido sorprendido en el primer tiempo del partido del Sudamericano 2016 (empatado 15-15 a los 55'), los dirigidos por Meneses tenían claro el objetivo de salir a tope desde el minuto cero.

El problema era que no los ayudaba el clima: un temporal obligó a postergar 30 minutos el partido, y derivó en un partido en cancha mojada, con mucho más juego de forwards que lo que podía esperar Uruguay, sin ritmo ni velocidad: en síntesis el partido ideal para Paraguay, por aquella máxima de que el agua empareja para abajo.

Consciente de eso, Uruguay hizo un partido muy inteligente. Se plantó firme en defensa, como para cerrarle caminos a Paraguay, que poco a poco demostraba no tener más armas que un voluntarioso pero previsible juego cerca de las formaciones, y que era incapaz de tirar la pelota afuera o generar un mínimo de ritmo. Uruguay puso actitud en el tackle y el orden defensivo, y selló esa interrogante.

Y luego encontró en el scrum la forma de hacer daño. La formación fija fue hacia adelante una y otra vez, hasta generar el primer try del partido, un try penal que significaba un golpe al estómago de la confianza de Paraguay, que tenía en los forwards quizás su única esperanza de hacer un partido parejo.

A partir de allí Uruguay se empezó a soltar. Se dio cuenta que no tenía que saltearse escalones, porque cuando tiraba la pelota afuera antes de tiempo se generaban knock ons o la defensa de Parguay respondía ensuciando el breakdown. En cambio, cuando apostaba a asegurar los rucks con buen apoyo, a lograr liberaciones limpias, a lastimar por adentro y luego sí tirar afuera tras agrupar gente, hacía mucho daño. Así nació el segundo try: Vilaseca ganó al ventaja, la liberación fue rápida, un paraguayo salió de punta y el pase de Cat generó el espacio para que Mieres apoyara el 14-0 a los 19'.

Por adentro y por afuera la superioridad estaba demostrada. Y Uruguay no aflojó: en cambio, siguió fortaleciendo la defensa y jugando con criterio, sabiendo que no era la tarde para lujos. Así llegó el tercero: line, maul y try de Espiga, para sumar otro aspecto de superioridad.

El cuarto y el quinto fueron con más variantes: uno con liberación rápida y otra vez Cat jugando en el contacto, para que Mieres apoyara su segundo try, y el tercero luego de una genialidad de Arata, atacando la base, girando sobre su eje y jugando en el contacto para que "Tone" completara su hattrick en su vuelta al seleccionado tras un año y medio.

Los Teros cerraban el partido en los primeros 40' con un 33-0 mucho más amplio que lo que podía sugerir la húmeda tarde. Y arrancaban el segundo tiempo con la misma tónica: dominio en el scrum para el 40-0 de Soto y un par de jugadas que no terminaron en try por un par de knock ons en los últimos metros.

Sin embargo, con esa ventaja, luego se empezaron a desinflar. Perdieron la intensidad defensiva, pero sobre todo, la disciplina, lo que le dio una herramienta a Paraguay para llegar a las últimas 5 yardas uruguayas. Sin más herramientas que un juego bien pegado a las formaciones lograron tres tries en el tramo final del partido, contra uno de Soto para Uruguay, para llevarse el segundo tiempo 19-12 y maquillar el score final 45-17.

Quedó el sinsabor de ese bajón celeste en esos últimos 30, en los que el equipo dejó de lado casi todo lo bueno que había hecho hasta allí. De todos modos, lo importante es que se arrancó como se debía, con una victoria. Se dio el primer paso, y ahora, desde ahí, habrá que empezar a mejorar.