“Hit me” se puede leer en los labios de Jason Kidd, el exjugador de la NBA y actual DT de los Brooklyn Nets, quien le pidió a uno de sus dirigidos que lo atropellara para poder ganar tiempo y hacer una jugada.
Kidd tenía un vaso de agua en la mano, su jugador lo empujó, se derramó el líquido y de esa forma logró que el partido se detuviera para secar la cancha. Su pedio y todo lo demás quedó registrado por las cámaras.
En ese lapso, planificó una última jugada para intentar ganarle a Los Angeles Lakers. Pero no tuvo suerte, su equipo perdió y marcha entre los peores de la temporada a pesar de haber realizado una inversión millonaria para ir por el título.
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