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Una seguidilla tremenda para el plantel aurinegro
De ahora en adelante, los dirigidos por Leonardo Ramos deberán jugar siete encuentros en 21 días, a un promedio de un juego cada tres jornadas.
Este sábado comenzará esa seguidilla con el compromiso ante Fénix que tiene suma importancia y que Peñarol deberá ganar para llegar a la fecha que viene posteriormente por el Torneo Apertura con chances de superar al líder Nacional, que será nada menos que el clásico.
Pero entre Fénix y Nacional, los mirasoles tendrán que viajar a Asunción para jugar contra el líder del Grupo C de la Copa Libertadores de América, Libertad, un encuentro bastante complicado, ya que los paraguayos han ganado en sus dos presentaciones, la primera, como visitantes en Tucumán.
Después del clásico, será ocasión para que Peñarol reciba al propio Libertad en el Campeón del Siglo en otro partido que además de complicado, lo obligará a conseguir la victoria, como ocurrió hace poco más de una semana ante Atlético Tucumán.
El domingo 29 de abril será visitante de Progreso –factiblemente en el estadio José Nasazzi–, el equipo de Ramos volverá a jugar ante un adversario que hasta ahora no ha sido sencillo para nadie. Tanto es así que es hasta ahora el único que le ganó al líder Nacional.
Otra vez esa semana el plantel mirasol deberá viajar para jugar por Copa. Allí la ocasión será hacia Tucumán, en donde factiblemente se juegue mucho de su chance.
Y como postre, después de ese partido, lo esperará Defensor Sporting para enfrentarse en el Campeón del Siglo y cerrar el Apertura.
Tanto Ramos como su cuerpo técnico deberán manejar muy bien las cargas físicas de un plantel que tendrá mucho trabajo en las próximas semanas. Demasiado para lo que se acostumbra.
