Enviado a Rusia
Los teléfonos de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) ardieron. El mail pidiendo entradas colapsó. La sólida fase que hizo Uruguay en el grupo A del Mundial de Rusia llevó a muchos hinchas a sacar pasaje sin antes conseguir entradas para el duelo de este sábado ante Portugal en el estadio Fisht de Sochi a la hora 15 de Uruguay (21 locales).
La AUF se encontró con más de 3.000 pedidos y un lote original de 1.000 entradas para vender de las cuales 700 ya estaban destinadas para "la familia del fútbol", es decir para dirigentes, familiares y allegados a los clubes del fútbol uruguayo.
Tras hacer gestiones ante la FIFA se consiguieron algunos boletos más y finalmente se repartieron así: 700 para la familia del fútbol, 350 extra para el público en general y otro lote de 600 para los uruguayos que ya estaban en Rusia. En total fueron 1.650 entradas que se colocaron.
Algunos hinchas uruguayos accedieron al mercado negro pagando entre U$S 300, U$S 400 y hasta U$S 500 las entradas originalmente tasadas en U$S 130.
Además FIFA puso a la venta, en cuentagotas, alguna entrada y los que manejan bien el sistema de tickets de FIFA también pudieron comprar.
"De los que están acá ninguno se va a quedar sin entrada, distinto es toda la gente que quería venir de Montevideo", contó a Referí el neutral Ignacio Alonso.
"Centralizamos el sistema de demanda porque hay quienes quieren sacar entradas para una barra de ocho personas. Pero la misma persona le pide a dos o tres neutrales distintos y otro de ese grupo de ocho repite el pedido. Entonces para que no se multipliquen, pedimos las entradas con nombre exacto de cada persona: el 100% de los boletos están identificados", agregó el neutral.
Los primeros hinchas fueron llegando este jueves. Cuando la selección arribó al hotel Radisson Blue Ressort había un puñado de parciales con camisetas y banderas.
Pero el movimiento de hinchas se disipó enseguida. Tanto el hotel, como el Fisht Stadium, el parque olímpico -que albergó los Juegos Olímpicos de Sochi 2014- y el aeropuerto se encuentran en Adler, ubicada a 3,9 kilómetros de Sochi.
Cada tanto, la tranquilidad del lugar es sacudida por un avión que llega a la ciudad.
Este es un hermoso balneario de 500 mil habitantes al que llegan a veranear turistas extranjeros y rusos para mojar los pies en las costas del Mar Negro.
Adler tiene una peatonal con aire a Gorlero y una rambla mansa con varios restoranes. En la noche de este jueves quedaba algún peruano trasnochado y rusos que gritaron con gusto el gol de Bélgica contra Inglaterra.
Desde este viernes la ciudad se empezará a pintar de celeste pero también de rojo, el color del Portugal de Cristiano Ronaldo.
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