La humedad del piso de parqué del Palacio Cr. Gastón Güelfi fue determinante para que se llegara a un acuerdo entre los jugadores, los técnicos y los árbitros para suspender el clásico de
Goes y
Aguada -dos de los que llegaban líderes en la Liguilla de la
Liga Uruguaya de Básquetbol- pese a que el gimnasio se encontraba repleto de aficionados.
Primero fueron los jugadores quienes le comentaron a los tres árbitros que así no se podía jugar, que era muy peligroso. Incluso en pleno calentamiento, hubo dos o tres que se calleron por un resbalón.
Luego, tanto el DT de Aguada, Fernando Cabrera, como el de Goes, Gustavo Reig, pidieron a los jueces que extremaran las medidas para que se pudiera disputar el encuentro, teniendo en cuenta la gran cantidad de gente que había.
Además de pasar un líquido especial en el piso, se llevó a último momento un ventilador que no ayudó en nada.
Debido a esto, se esperaron unos minutos más y los jueces decidieron que el encuentro se suspendiera, por lo que será reprogramado.