Se acabó lo que se daba: ganó Aguada

Despertó la muchachada. Aguada fue una pálida sombra de sí mismo el pasado jueves y Nacional su mejor expresión basquetbolística de la temporada. Pero la historia cambió drásticamente este lunes. El rojiverde recuperó su identidad para imponerse 79-61 igualando 1-1 la serie semifinal de la Liga Uruguaya.

Fue otra historia el aguatero. La misma que dibujó la temporada pasada guiado por el Panchi Barrera para llegar a las finales y perder luchando hasta el final, 4-3 contra Hebraica Macabi.

La misma que siguió esta temporada donde debió cargar una pesada mochila de jugar toda la Liga fuera de su casa y con la calculadora en el bolsillo por una quita de dos puntos que lo tuvo en vilo de pasar a la Liguilla hasta la última fecha de la primera fase del torneo.

Pero ahí está Aguada otra vez en la definición. Con el 1 de los playoffs y una barrida a Urunday Universitario –que supo ser sensación en el arranque del Clausura– en cuartos de final.

Perdió con Nacional en el arranque de las semis. Sometido por la defensa tricolor.

"Ganamos nueve partidos seguidos y perdemos uno y todos entran en pánico. ¡Calmémonos un poco! De repente todos son expertos en básquetbol", expresó en su cuenta de Twitter tras la derrota Jeremis Smith.

Desaparecido en acción en el primer partido, el nacido en Fort Worth, Texas, jugó un partido completamente distinto. Enchufado desde el segundo inicial. Determinado en el posteo. Inteligente para abrir el juego. Y besando el filo del reglamento en lo físico.

Hizo ajustes de atrás hacia adelante el equipo del Hechicero Cabrera. De los 30 puntos que tomó como un cachetazo en el cuarto inicial ante Nacional el pasado jueves bajó a 15 a los liderados por Anthony Danridge.

La defensa es cuestión de actitud. Y la actitud no se negocia. El gol perimetral –con el que Santiago Moglia y Leandro Taboada se habían hecho un picinic– quedó vedado y al pulso defensivo que marcaron los Federico Pereiras y Diego García, les siguió la inteligente conducción de Federico Bavosi y un juego interno intenso.

El otro punto fuerte del aguatero volvió a ser la versátil figura de Andrew Feeley que tanto aporta en la pintura como cuando se abre para lastimar con su tiro abierto desde un 2,06 m que lo hace indefendible.

Forzado al error Leandro Taboada y minimizado el gol interno del Tico Delgado –que terminó lesionado– y Callistus Eziukwu, Danridge no pudo solo en ataque y el equipo nunca logró repetir la gran defensa del primer partido, que es además su marca registrada y la razón que lo puso entre los cuatro mejores.

Ya en el segundo cuarto abrió 10 puntos Aguada (27-10) y fue estirando esa ventaja en el segundo tiempo.

Fluyó el ataque (el equipo se repartió 17 asistencias contra 11 del tricolor) y amplió la ventaja desde el perímetro con un porcentaje de acierto de 35% (7 de 20 intentos contra 3 de 12 del rival), más que por cantidad de aciertos por la calidad de los tiros tomados, todos productos del inteligente reparto que hizo Smith desde la pintura.

Feeley fue el goleador de la noche con 21 puntos, seguido por Bavosi con 14, Smith con 12 y García con 11. Siete rebotes bajó Smith y seis Feeley. Pereiras recuperó cuatro pelotas.

Y Aguada le marcó la cancha a Nacional. Porque lo que se vio esta noche, eso es Aguada.