Alexander Medina mostró en los siete partidos que jugó por el Apertura y la Copa Libertadores que no le tiembla el pulso a la hora de armar el equipo y de pensar la formación a partir de la solidez defensiva como bandera para llegar al éxito.
Después del error en el primer clásico de verano, cuando sin Alfonso Espino lesionado apostó por Carlos De Pena y le salió mal el invento, empezó a transitar terreno seguro, particularmente en un sector del equipo en el que Nacional mostró falencias.
En la revancha de este miércoles ante Banfield, Medina sorprendió con la inclusión de Diego Polenta como lateral izquierdo en lugar de Alfonso Espino.
¿Hasta dónde fue sorpresa? El capitán ya demostró su valioso aporte en ese sector, una posición que no le resulta extraña y en la que se desempeña con seguridad defensiva y una proyección que le da valor agregado a su gestión. La sorpresa radicó en que el técnico mantuvo en suspenso la alineación hasta una hora antes del partido.
En el sector izquierdo fue donde Nacional tuvo más problemas, incluso cuando Espino se transformó en una pieza importante de mitad de cancha hacia adelante, pero ofreció debilidades, especialmente en el partido de ida ante Banfield. En su sector se generó el mayor peligro del equipo argentino.
Con Polenta, Nacional recuperó a su mejor defensa después que cumplió las tres fechas de suspensión que arrastraba de la Copa Libertadores 2017, y Medina entendió que no debía desarticular el resto del equipo, que funciona bien con Corujo-Arismendi en la zaga, y Romero-Oliva en el mediocampo.
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