Peñarol y el pecado de fallar

Peñarol tuvo todo para ganarle a Libertad en Asunción y quedar como líder del Grupo C de la Copa Libertadores. Pero falló en momentos claves y terminó perdiendo 2-1 y comprometido en la tabla de posiciones, porque además, Atlético Tucumán le ganó a The Strongest en la altura y entreveró todo.

El aurinegro abrió la cuenta por intermedio de Gabriel Fernández, pero Libertad lo dio vuelta con tantos de Santiago Salcedo y Oscar Cardozo, este último cuando se terminaba el juego.

Hasta los 30 minutos de juego Peñarol no pasó sobresaltos. Mantuvo a Libertad lejos de Dawson, sin dejarle espacios para producir fútbol. A partir de ahí, con Canobbio por derecha y Estoyanoff por izquierda, el aurinegro intentó llegar con peligro al arco de Muñoz.

Un tiro libre de Estoyanoff que desvió el golero, un cabezazo forzado y alto de Maldonado y otro gran disparo de Estoyanoff, ahora de pelota en movimiento, que Muñoz sacó al córner tras gran estirada, fueron las ocasiones que generó el aurinegro.

La mayoría de las veces a través de pelota quieta, porque los movimientos de sus delanteros provocaban faltas cerca del área por parte de los zagueros paraguayos.

Después de la media hora de juego Libertad se soltó más y encontró espacios para los delanteros Iván Franco y Santiago Salcedo. Circulando el balón, intentando llegar por ambos costados, el conjunto asunceño contó con tres oportunidades para convertir.

Un cabezazo de Salcedo tras centro desde la izquierda que contuvo Dawson, otro disparo alto del mismo jugador y sobre el final la más clara, un tiro de Lucena que pasó cerca del ángulo.

Sin la presencia de Maximiliano Rodríguez (lesionado), Leonardo Ramos armó un equipo con Mathías Corujo y Guzmán Pereira en una primera línea de contención, con Cebolla Rodríguez un poco más suelto (en el primer tiempo tuvo poco contacto con el balón), con Canobbio y Estoyanoff por las bandas haciendo el doble esfuerzo de defender sin la pelota y atacar cuando el equipo tenía la posesión, y en el área el Toro Fernández, luchando contra los recios defensores rivales.

El segundo tiempo empezó con el gol de Fernández. Una jugada que se inició en un ataque de Libertad que sacó la defensa aurinegra, que continuó con un taco de Cebolla y una corrida interminable del Toro, que dejó atrás a los dos zagueros paraguayos y tocó con clase ante la salida de Muñoz.

Con el gol de ventaja el aurinegro se recostó en su cancha y con la velocidad de sus delanteros intentó aumentar de contra. Tuvo oportunidades, a través de Canobbio, de Estoyanoff, del Cebolla Rodríguez, pero no concretó. Ahí estuvo el pecado, el motivo del sufrimiento del final del partido.

El entrenador de Libertad apeló a los cambios en ataque con la intención de revertir el desarrollo del juego y del marcador. Así ingresaron Tacuara Cardozo, Bareiro y más tarde Leiva. Uno de los que salió fue el experimentado defensor Da Silva, que en el gol de Fernández fue uno de los que quedó a metros de distancia del delantero en el sprint final.

El equipo local se fue adelante y apareció la figura de Kevin Dawson que se quedó con un remate a quemarropa de Leiva. Pero no pudo después con una doble chance de Salcedo en una pelota quieta: el paraguayo cabeceó, devolvió el golero y Salcedo tomó el rebote para marcar en medio de los defensores aurinegros.

Y después, en la misma jugada dos malas noticias para Peñarol: la roja para Rodrigo Rojo por doble amonestación y el golazo de Tacuara Cardozo en la ejecución de la falta que cometió el lateral zurdo. Un bombazo impresionante que se metió en el primer palo de Dawson.

Así, pudiendo tener todo, Peñarol se vuelve sin nada.