Cristian Palacios y Fabián Estoyanoff
Las mascotas
El festejo carbonero tras el autogol de Williams Martínez
Fabián Estoyanoff y Cristian Palacios
Cristian Palacios
El festejo del tercer gol
Cristian Palacios
Cristian Rodríguez
Cristian Rodríguez
Ramón Arias
Ramón Arias y Cristian Rodríguez
Festejo aurinegro
Cristian Palacios y Nicola Pérez
Guillermo Varela y Rodrigo Rojo
Cristian Palacios y Wlliams Martínez
Una bandera por la Marcha del Silencio
Leonardo Ramos

Fútbol > TORNEO INTERMEDIO

Peñarol volvió a su versión aplanadora

El aurinegro recuperó su esencia para pasarle por arriba a un descolorido River
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20 de mayo de 2018 a las 18:25

Volvió Peñarol. El protagonista, intenso, vertical, profundo y ambicioso. Apabulló a River Plate 6-0 y lamió las heridas que le dejó su prematura eliminación de la Copa Libertadores.

Nada va a cambiar que el aurinegro estaba para más en el máximo certamen continental, donde volvió a fracasar. Por eso era importante enfocarse rápido en el torneo local, recuperar posiciones en el grupo B del Torneo Intermedio y acercarse en la Tabla Anual a Nacional que el sábado volvió a dejar dos puntos por el camino empatando con Liverpool.

Y Peñarol cumplió. Con una gran exhibición apoyada con una actitud agresiva con la que se plantó en el Campeón del Siglo desde el minuto cero.

El equipo de Leonardo Ramos salió dispuesto a plantarse en campo rival con sus líneas bien adelantadas y a llegar rápido al ataque.

Inspirado Fabián Estoyanoff, el equipo entendió de entrada que debía canalizar sus ofensivas por esa banda para conectar rápido y entre los defensores los movimientos oportunos de Cristian Palacios.

A los 5', el Lolo dejó al centrodelantero mano a mano con Nicola Pérez que logró salvar su arco y a los 11' puso otro centro cruzado que Williams Martínez no pudo rechazar y la terminó metiendo en su propio arco.

River fue un boxeador sin guardia. Un alma en pena. Cuando intentó presionar arriba lo hizo sin convicción, cuando quiso recuperar sobre la transición de defensa a ataque del rival se encontró con un Guzmán Pereira majestuoso y cuando la defensa tuvo que responder hizo agua por todos los flancos.

Pereira jugó notable y fue el eje que articuló todos los movimientos aurinegros.

Es cierto que Peñarol extraña a Walter Gargano por el plus que le daba al juego, por la tenencia y hasta por la estética del estilo.

Pero en los últimos partidos, Pereira se volvió a parecer a aquel que deslumbró en el Clausura 2014 en Wanderers junto a Santiago Martínez en el equipo de Alfredo Arias.

Prueba de su presencia y capacidad de organizar el juego desde el campo propio fueron el segundo y tercer gol de Peñarol.

En el segundo tanto fue presionado por Deivis Barone, pero le jopeó la pelota y se desprendió rápido de ella dándole buen destino. Maxi Rodríguez y el Lolo triangularon y otra asistencia del puntero facilitó el primer gol de Palacios, mucho más rápido en sus movimientos y reacciones que Williams Martínez y Agustín Ale.

A los 30' Pereira la volvió a sacar limpia atorado por Martín Correa y el bloque de River corrió nuevamente de atrás el ataque vertical y profundo de Peñarol.

Esta vez, por izquierda, los que se combinaron fueron Maxi y el Cebolla Rodríguez. Terminó en gol del argentino, favorecido por un rebote.

Después fue Ramón Arias el que se mandó al ataque demostrando su gran capacidad para anticipar en campo enemigo. Cortó y habilitó al Cebolla que aportó su habitual cuota de gol.

Maxi Rodríguez levantó sensiblemente su nivel. Nunca perdió su sentido inteligente para ver el fútbol y resolver rápido en las cercanías del área, pero su influencia en el juego decreció bastante este semestre comparado con el Clausura 2017.

Ante River, el argentino no solo generó circuitos ofreciéndose sobre las bandas sino que también aportó pegada y conducción generando con una gran acción individual la primera amarilla para Williams Martínez a los 36'.

El zaguero de River vio la segunda en el arranque del segundo tiempo. Y si se esperaba que el darsenero pudiera mostrar otra cara, cambiar la actitud, hacer brotar algo de rebeldía o recomponer su concentración defensiva, todo se fue por la borda.

Es más, las dos veces que Peñarol atacó en el amanecer del complemento terminó las jugadas.

Frágil, adelantado y expuesto por las circunstancias, River quedó a las resultas de la puntería de Peñarol.

Un gol de pelota quieta de Arias –a esas alturas marcado a desgano por el rival– y otro de Palacios tras otra notable asistencia de Estoyanoff le pusieron cifras definitivas a una goleada con la que Peñarol dejó atrás el trago amargo de la Libertadores.


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