A partir de la medianoche de este lunes, más de 460 cámaras dispuestas por el Ayuntamiento de Madrid están puestas a cazar a los vehículos contaminantes que circulen por la M-30, esto es para aquellos que no estén empadronados en la capital o no paguen el Impuesto de Tracción Mecánica.
La medida no afecta a vehículos de mercancías o motocicletas sin etiqueta, porque estos coches tienen vetado el acceso y la circulación en todo el término municipal desde el pasado 1 de diciembre.
Para lo que sea fuera de la M-30, el periodo de aviso sin sanción es de seis meses, hasta el 30 de junio. El precio para acceder a Madrid Central asciende a casi 200 euros, antes esa tarifa era de 90.
No obstante, el infractor puede ser sancionado durante el periodo de aviso si es detenido por un agente. El siguiente paso será el 1 de enero de 2025, cuando los empadronados y domiciliados sin etiqueta tampoco podrán acceder a la ciudad.
Esto es algo que el Ayuntamiento viene advirtiendo desde el pasado 15 de septiembre de 2023, al informarle a los conductores de estos vehículos sin etiqueta ―o clasificación ambiental A, que son los diésel de antes de 2006 o los gasolina previos a 2000―y no empadronados en la ciudad ―antes del 1 de enero de 2022― que eran interceptados por las cámaras de Madrid Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de la prohibición de entrar a la M-30.
El número de “accesos no autorizados” a la zona de exclusión ha ido disminuyendo desde las 2.039 sanciones potenciales registradas entre el 15 y el 30 de septiembre a las 1.883 del pasado mes de diciembre.
Por otro lado, también se activa el radar de tramo instalado en ambos sentidos de la calle Sinesio Delgado, que empezará a multar desde el lunes 15 a las 00.00 tras sus correspondientes cuatro meses de aviso.
Este tramo vigilado se convertirá así en el más largo de Madrid y la velocidad está limitada a 50 kilómetros por hora.
El mismo cubre dos tramos: uno en sentido Ciudad Universitaria desde la glorieta de Piedrafita de Cebrero, a la altura de la zona deportiva de Ganapanes, y que alcanza hasta poco antes de la intersección con la avenida de Miraflores, con el punto de control intermedio a la altura de la intersección de la calle Valdeverdeja, y otro en sentido Castellana, que parte de la intersección de Sinesio Delgado con la avenida de Miraflores, con final poco antes de llegar a la glorieta de Piedrafita de Cebrero y la intersección de Sinesio Delgado con Doroteo Benache como intermedio.
Quienes excedan la velocidad, según la Ley de Seguridad Vial, recibirán sanciones graves o muy graves que oscilan entre los 100 y los 600 euros y, además, la pérdida de entre dos y seis puntos del carnet de conducir.
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