Los nombres de quienes están al frente de la Conmebol cambiaron tras los escándalos de corrupción, pero algunas desprolijidades permanecen, como si la organización hubiera permanecido detenida en el tiempo.
Esta vez, quienes se vieron perjudicados fueron los hinchas de los dos equipos uruguayos que esta semana juegan en las copas internacionales organizadas por la Conmebol: Nacional en la Libertadores y Rampla Juniors en la Sudamericana.
La noche del lunes, cuando se terminaban los últimos aprontes del viaje de Nacional a Buenos Aires para jugar este miércoles la revancha ante Banfield, los dirigentes nada sabían del fallo de la Conmebol por los gestos de dos parciales del club aludiendo al accidente de avión de Chapecoense.
Los hinchas tricolores comenzaron a comprar entradas online al habilitarse la venta a través de la página web de Banfield. Las directivas de ambos clubes habían acordado destinar una tribuna cabecera para los visitantes.
Para sorpresa de todos, sobre la hora 22 salió la notificación, que mantiene, en general, la línea dura que estableció la Comisión de Disciplina con una multa económica de US$ 80.000 (Nacional recibió US$ 400.000 por clasificar a tercera ronda de la Libertadores) y los hinchas de Nacional no puedan asistir a tres partidos de visitante.
Sin embargo, a esa altura, cuando Conmebol comunicó la decisión más de medio centenar de parciales tricolores ya habían comprado la entrada. Los que adquirieron los boletos percibieron un detalle que se les avisa cuando inscriben su número de tarjeta de crédito: "No se devuelve el dinero".
"¿Qué pasa si 20 de los 57 o 58 hinchas que compraron entrada van a la tribuna con la camiseta de Nacional y se sientan en la tribuna?", preguntó el presidente albo, José Luis Rodríguez en el programa Tirando Paredes de 1010AM.
Una situación tan incómoda o más que la que sufren los hinchas de Nacional, le sucedió a Rampla. Los picapiedras viajaron a Perú, para jugar este martes a partir de la hora 19.15. Cuatro días antes del partido no sabían si jugaban en Trujillo o en Lima.
Rampla debía armar la logística del viaje pero su rival de la Copa Sudamericana, la Universidad de Cajamarca, no había fijado la sede del partido.
Los hinchas empezaron a armar la movida para acompañar al equipo a Trujillo. Compraron pasajes y reservaron hoteles.
Sin embargo, el partido cambió de sede y todos quedaron como gato mirando la fiambrera. ¿Quién se hace cargo de los gastos de la gente? Los dirigentes picapiedras, preocupados por la situación que viven sus hinchas, elevaron una nota a la Conmebol reclamando el dinero invertido en pasajes y hoteles.
El reglamento estipula que la sede de los partidos se debe conocer 15 días antes del juego. El reglamento no se cumplió.
Otro error de la Conmebol en la última semana fue la fijación para el mismo día y a pocos kilómetros de distancia de los partidos de Independiente-Gremio (Recopa) y Banfield-Nacional (Repechaje de Libertadores).
La Conmebol programó la ida de la final de la Recopa entre Independiente y Gremio para el miércoles 14 a la hora 21, mientras que se definió que Banfield reciba a Nacional por la tercera fase de la Copa Libertadores el mismo día, pero a las 20:45. Los estadios están a una distancia de 10 kilómetros y se planteaba un conflicto de seguridad en puerta. Finalmente, una semana antes decidieron adelantar el partido de los albos para las 19.
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