Las empresas españolas ACS y Acciona desembarcan con fuertes contratos en Australia

El Congreso de EEUU aprobó hace dos años un plan de infraestructuras dotado con 555.000 millones de dólares (480.000 millones de euros) hasta 2030 destinado principalmente a la renovación de la red de carreteras, vehículo conectado y ferrocarriles.

Australia, a menor escala, también tiene en marcha oportunidades de inversión que suman cerca de unos 200.000 millones de euros entre carreteras, metros, trenes e infraestructuras de energía renovable (más de 69.000 megavatios, que pretenden duplicar la actual capacidad eléctrica del país).

ACS y Acciona figuran como los dos representantes de la contratación pública y privada españoles que más provecho están sacando a la plataforma de crecimiento australiana.

De los 72.000 millones de euros de cartera, ACS ha contratado 18.000 millones en Australia, lo que convierte al gigante austral en su segundo mayor mercado después de EEUU.

Por su parte, un 23% de los 23.000 millones de euros de cartera de infraestructuras de Acciona está localizado en Australia, el mayor mercado del grupo de la familia Entrecanales.

Por tamaño, ACS es la mayor constructora de Australia, gracias al músculo de Cimic y su plataforma de filiales, con las que compite en buena parte de la región asiática. En los tres últimos años, Acciona ha ido ganando cuota de mercado y ya figura entre los diez mayores contratistas del país.

La progresión de Acciona en Australia ha sido exponencial. En 2020, tras la adquisición de un lote de contratos del grupo Lend Lease por 100 millones de euros, la constructora de la familia Entrecanales alcanzó una cartera en infraestructuras de 2.470 millones de euros.

Rivales

Según los últimos datos disponibles, la carga de trabajo de la división (engloba los negocios de construcción y agua) se aproxima a 5.300 millones, el doble en menos de tres años. 

Los grandes rivales de los españoles no son locales. 

En Australia operan los gigantes franceses Vinci y Boygues. También hay representación italiana a través de Webuild (antigua Salini). Destacan las corporaciones japonesas, coreanas y las de Malasia, con Samsung y Gamuda como mayores exponentes.

China también participa en el mercado australiano a través de filiales como John Holland, antigua empresa de ACS que fue comprada por China Communications Construction Company (CCCC) en 2014. Pagó unos 900 millones de euros.

Otras compañías españolas se han establecido en Australia, pero con una menor exposición que ACS y Acciona. 

Ferrovial ha seguido una ruta más irregular que sus dos rivales nacionales, con fuertes inversiones, pero también con costosos pasos atrás. Realizó una apuesta decidida por el país en 2016 con la compra del grupo de servicios Broad-spectrum por más de 500 millones de euros.

Solo cinco años después, emprendió una retirada ordenada con la venta de la filial por 465 millones a Ventia, una firma controlada por ACS y el fondo de inversión Apollo.

Australia recuperó atractivo con la llegada de Ignacio Madridejos como CEO de Ferrovial. 

De los 12.000 millones de euros de cartera de construcción en 2022, EEUU, Polonia y España son los tres mayores mercados del grupo de infraestructuras. Pero Australia está recuperando terreno con fuerza con importantes frutos que han elevado el peso de esta economía hasta los 1.000 millones de euros.

Las oportunidades detectadas en el mercado australiano de obra pública y de energías renovables también han atraído a otras corporaciones españolas de la construcción.

Sacyr ha optado por proyectos específicos en los sectores del agua (desaladoras) y gestión medioambiental (plantas de tratamiento), mientras que OHLA dio orden de replegarse en este mercado en 2018. FCC acaba de aterrizar en el país con una obra en el megaproyecto Suburban Rail Loop de Melbourne.

Otras compañías como Elecnor y Técnicas Reunidas también trabajan allí. En 2021, Elecnor ganó un contrato para instalar 700 kilómetros de alta tensión en Nueva Gales del Sur, un trabajo con un presupuesto de más de 900 millones de euros.

Nueva Gales del Sur, Victoria y Queensland son los tres estados australianos con mayor volumen de recursos destinados a infraestructuras.

Los expertos apuntan que el país tiene proyectos identificados para los próximos años entre infraestructuras de movilidad, sociales y de energía de unos 600.000 millones de euros. Solo hasta 2027, los grandes contratistas han identificado oportunidades por valor de 200.000 millones de euros.

En concreto, el Gobierno federal ha previsto un volumen de inversión equivalente a unos 37.000 millones de euros. Una cifra pequeña si se compara con las magnitudes de algunos estados. Nueva Gales del Sur ha previsto 52.000 millones, mientras que Victoria ha programado inversiones que alcanzan los 46.000 millones y Queesland, cerca de 28.000 millones de euros.

"Para cubrir el déficit de infraestructuras actual en Australia se han identificado proyectos por valor de unos 150.000 millones de euros. Esta cartera de oportunidades contiene, sobre todo, proyectos de energía, de infraestructuras sociales y de transportes", indican los contratistas consultados por EXPANSIÓN.

"Las magnitudes de inversión australianas contrastan con el volumen de inversión previsto por el Gobierno español, lo que explica el atractivo de esa economía, un país que, además, no ha renunciado a la colaboración público-privada para financiar las obras y que cuenta con un sistema de financiación alternativa maduro", aseguran.

En Australia residen alguno de los mayores fondos de inversión en infraestructuras del mundo que, en ocasiones, coinvierten en proyectos con contratistas españoles. Destacan firmas de la talla de IFM, Macquarie y QIC, entre otros.

Además de infraestructuras, Australia representa una plataforma de crecimiento para los proveedores de material de transporte y, también, para ingenierías civiles como Typsa, que este año compró la local EDG.

CAF suministra trenes para autoridades de transporte metropolitano de varias ciudades australianas. En 2019, el fabricante español ganó un  pedido de 500 millones de euros para suministrar trenes a un operador de trenes regionales que da servicio a las ciudades de Canberra, Melbourne y Brisbane. CAF también participa en la sociedad concesionaria.

Por su parte, la estatal Navantia y ACS, a través de su filial australiana UGL, unieron fuerzas el año pasado para pujar por uno de los mayores pedidos de las fuerzas armadas de Australia, el programa de embarcaciones de desembarco anfibio Land 8710 Phase 1.

Los dos grupos españoles firmaron el acuerdo de colaboración para presentarse a una licitación valorada en unos 533 millones de euros. La compañía de la Sepi ya ha cumplido 10 años en el mercado australiano. El astillero ha ganado concursos como la construcción de dos buques de aprovisionamiento en 2016 con un presupuesto de 400 millones de euros.

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