Nacional tiene en Jardines del Hipódromo la prueba final para coronarse campeón del Torneo Apertura. El equipo de Alexander Medina viaja a Maroñas con dos puntos de ventaja sobre Peñarol por lo que tiene claro que, venciendo a Danubio, se consagra campeón del primer torneo del año.
Claro que no la tendrá sencilla ante un equipo que se caracteriza ser un verdadero aguafiestas.
Danubio tiene en su historial innumerables partidos en los cuales le arruinó la fiesta a los equipos que iban por el campeonato como Defensor Sporting, River Plate, Nacional y Rentistas.
La formación de Nacional presenta las dudas habituales de un entrenador como Medina, que no brinda detalles sobre su equipo.
Está claro que la línea final se mantiene y que Tabaré Viudez, con contractura muscular en posterior izquierdo, está descartado.
Las dudas pasan por la conformación del mediocampo ya que en el fondo los nombres se reiteran y la línea de cuatro estará parada con Fucile, Corujo, Polenta y Espino.
En el medio el panorama es más complejo porque el técnico debe decidir entre el equilibrio de Santiago Romero y la generación de juego de Sebastián Rodríguez.
Mientras que en ofensiva el tema está entre Carlos De Pena y Gonzalo Bueno.
Todo va a depender de la idea del entrenador, si quiere plantar cara en Jardines y salir a sentenciar la historia desde el primer minuto o si va manejando el trámite de acuerdo a lo que propone el rival y lo que pasa con Peñarol y Defensor Sporting.
En Danubio el panorama es mucho más claro porque el técnico Pablo Peirano confirma la misma oncena que el pasado fin de semana venció a Fénix con gol en los descuentos.
El elenco de Maroñas es un rival peligroso que comenzó en buen nivel el campeonato pero que en el viaje dejó puntos que lo terminaron relegando en la pelea por el título.
La franja afronta el partido con una baja vital como la de Ribaír Rodríguez que viene siendo suplantado por Rodrigo Fernández.
¿Qué puede pasar?
El resultado y el trámite del juego es una verdadera incógnita porque habitualmente Danubio es un equipo que de local sale a poner condiciones; esto es: no espera, sale por el triunfo.
Nacional tiene la opción de manejar dos resultados de acuerdo a las noticias que le lleguen del Campeón del Siglo pero hay algo que es real: si gana se termina la historia.
Algunos detalles que pueden marcar el partido son las debilidades que mostró Danubio en el juego aéreo a lo largo del torneo, un aspecto que, como contrapartida, Nacional explotó con la incorporación del argentino Bergessio.
El tricolor deberá poner especial atención al circuito de juego que genera Danubio cuando se juntan Terans, Cepellini y Rodríguez, si lo corta tiene grandes chances de ganar.
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