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Nacional rechazó compartir la Olímpica en el clásico
El presidente tricolor José Luis Rodríguez expresó este martes durante un acto de presentación de un patrocinador en común para ambos clubes, lo que le dijo al titular aurinegro Jorge Barrera: "Le manifesté a Jorge en una conversación que tuvimos por qué creíamos que era mejor no compartir la Olímpica. En el fútbol uruguayo no se comparten nunca las tribunas y nos tenemos que ir preparando para que el cuadro locatario tenga más hinchas que el visitante de cara al año que viene, cuando seguramente se jueguen los clásicos en los estadios de los clubes", manifestó.
Asimismo, Barrera señaló que la decisión de compartir la Olímpica había salido por unanimidad del Consejo directivo de Peñarol: "La idea es tratar de dar un mensaje claro de compartir ambas tribunas. Ahora hay que mirar para adelante. Se hizo una propuesta y había que tener las dos voluntades. Hoy la realidad es que el clásico se jugará solo con hinchas de Peñarol en la Olímpica. Un presidente de Peñarol se tiene que manejar con realidades y no con escenarios hipotéticos. Hicimos un planteo y tuvimos la respuesta. Ahora a pensar en la recaudación y en el clásico. No me detengo a hacer reflexiones sobre hechos que ya sucedieron. La mejor forma de construir es mirar para adelante", dijo.
En el clásico de la Supercopa, jugado en enero, la Olímpica fue compartida, pero su historia es la de la lenta pero segura decadencia en la seguridad del fútbol uruguayo. Si a fines de la década de 1980 se decidió separar a las barras -hasta allí iban ambas a la Ámsterdam- la Olímpica se había mantenido, entrado el siglo XXI, como el último lugar -junto a la Platea América- donde los hinchas de ambos equipos podían estar en contacto.
La era del pulmón
En 2010 se decidió establecer el primer pulmón en la Olímpica. Todo ocurrió cuando en un clásico en mayo, hinchas de Nacional fueron agredidos por otros de Peñarol luego de un triunfo tricolor por 2-0 que forzó una serie final para definir el Uruguayo 2009-2010. Fue el último partido donde se pudo apreciar una imagen así.
Para el siguiente partido -primera final del Uruguayo, en junio- se estableció el pulmón, en el medio de la tribuna, y con sectores iguales para cada equipo a ambos lados de la tribuna. El presidente de Nacional Ricardo Alarcón le ofreció al de Peñarol Juan Pedro Damiani ir juntos al espacio vacío en la Olímpica, pero Damiani dijo que no se necesitaban "soluciones, no señales". Así se jugaron los dos clásicos de las finales.
El siguiente clásico fue en noviembre de 2010, y se tomó una medida diferente: destinar toda la Olímpica al local, en ese caso Nacional, con un pulmón para separar la porción más cercana a la Ámsterdam.
A partir de ahí las medidas fueron variando: en algunos casos se dio una pequeña porción de tribuna al visitante, y en la mayoría de los casos la decisión fue entregar la tribuna por entero al local. Pero los pulmones llegaron para quedarse.
En 2011 Nacional hasta cambió de lugar el banco de suplentes: como la Policía recomendaba que la hinchada de Peñarol fuera a la Ámsterdam, Nacional no quería el banco visitante porque tenía detrás, en la Platea América, a hinchas de Peñarol.
Otro cambio fue en 2015, cuando la Policía dejó de estar presente en la tribuna, y el pulmón fue ocupado por guardias de seguridad, como pasó en el partido del último enero.
