Nacional es el mismo de siempre

Nacional perdió cuatro puntos en los últimos dos partidos. Un saldo que deja un sabor amargo aceptado por el propio entrenador Alexander Medina y algunas dudas: la actuación del golero Esteban Conde en el partido contra Cerro, la pasividad de los demás integrantes de la zona defensiva en el mismo encuentro, la quietud de Luis Mejía en el gol de Liverpool el pasado sábado y la cantidad de goles fallados los dos fines de semana.

¿Cuál es la verdadera razón de los empates? Los números fríos indican que frente a Cerro el equipo tricolor remató 18 veces al arco contra nueve de su rival y el partido terminó 2-2.
Contra Liverpool la diferencia aumentó: Nacional remató en 21 oportunidades y Liverpool en ocho, y el encuentro terminó 1-1.

¿Faltó puntería? Medina hizo hincapié en la falta de contundencia en ataque. Lo cierto es que fue infernal la cantidad de veces que probaron los delanteros y los volantes en los dos partidos.
A lo largo del año las estadísticas muestran que si en Nacional no la mete Gonzalo Bergessio, el equipo sufre.

El argentino suma 12 goles y le sigue Gonzalo Bueno con 4, el delantero que ahora se está recuperando de un desgarro.

Después hay tres volantes y dos delanteros con tres goles cada uno: Matías Zunino, Christian Oliva, Santiago Romero, Leandro Barcia y Sebastián Fernández.

Tabaré Viudez, con mayores condiciones de desequilibrio en el plantel (lo que no significa que siempre logre hacerlo), tiene apenas un gol en lo que va de 2018; el lateral izquierdo Alfonso Espino suma uno más que él. El aporte de los atacantes es escaso, pero tampoco ha sido un inconveniente demasiado grave hasta el momento.

Nacional basa su juego en la velocidad por las bandas y en la llegada sorpresiva de los volantes. Tiene futbolistas rápidos por ambas bandas, aunque en los últimos dos partidos le faltaron Bueno y Carlos De Pena por izquierda. En el área Bergessio es clave (qué no se resfríe) y Fernández no es un goleador nato, aunque aparece en partidos claves. Con 32 goles es uno de los equipos más
goleadores del año.

En defensa el técnico ha tenido dificultades a lo largo de la temporada. Primero por la suspensión de Diego Polenta, después por los bajos rendimientos de Alexis Rolín y Rodrigo Erramuspe, y en las últimas semanas por la rotura de ligamentos cruzados de Guzmán Corujo, quien se había transformado en un baluarte en la línea de cuatro.

Medina encontró en Diego Arismendi un socio para jugar junto a Polenta y así, pese a la lentitud, han logrado atravesar por caminos espinosos, especialmente en la Copa Libertadores.
En los últimos dos partidos los resultados los dejaron más en evidencia.

Los dos goles que le hizo Franco López de Cerro fueron producto de una desinteligencia global entre la floja salida de Conde y los malos despejes de los zagueros.
El que le marcó Guastavino de tiro libre, también tuvo un poco de todo: la perdió Polenta, Arismendi cometió una infracción cerca del área y Luis Mejía se quedó parado tras el remate del delantero de Liverpool.

Pero también hubo errores en los partidos anteriores a estos: el de Mathías Acuña de Fénix entrando solo frente al golero Mejía y el de David Terans que le ganó en velocidad a Corujo y a Polenta antes de vencer a Conde. Pero Nacional ganó, entonces los fallos se maquillaron.

Hace 14 partidos que Nacional no pierde, con nueve triunfos y cinco empates.
Fue campeón del Apertura, lidera la tabla Anual y el jueves va por la clasificación a octavos de final de la Copa Libertadores; aún perdiendo por un gol contra Estudiantes pasa a la siguiente ronda.
¿Quién lo iba a imaginar a principio de año?