Con el talento de Souberbielle y el corazón de Pomoli

¡Malvín, Malvín! Por conceptos, por corazón y también por saber sufrir. El playero le ganó con lo justo 79-76 a Aguada y pasó a comandar la serie final de la Liga Uruguaya de Básquetbol quedando a un triunfo de obtener el campeonato.

El equipo de Pablo López se recuperó de la pobre imagen mostrada en el tercer partido y también de las cavilaciones que mostró en el cuarto donde la serie se igualó.

Recuperó fluidez ofensiva con el manejo de Marcos Cabot y volvió a tener en Marcel Souberbielle un agente de desequilibrio con su tiro perimetral y sus penetraciones.

Condicionado y hasta perturbado por el cambio de marcas al que Aguada lo sometió en los juegos 3 y 4 (Federico Pereiras sobre Cabot y Federico Bavosi sobre Nicolás Mazzarino), Pablo López se jugó a Souberbielle para sentar en el banco a Dominic Mc Guire que venía flojo y falto de confianza.

Fue lo mejor que pudo hacer porque cuando el ex NBA entró a la cancha fue gravitante. Metió 17 puntos (3 de 5 en triples) y bajó siete rebotes.

Tras un primer cuarto parejo (18-17), Malvín abrió ventajas en el segundo cuarto producto de su mejor lectura de juego. Sacó, de cara al tercer parcial, una ventaja de cinco puntos (38-33).

Esa ventaja se fue a 11 a falta de dos minutos para el cierre de ese parcial aún cuando López debió prescindir por valiosos minutos de Hatila Passos y Harper Kamp por acumular cuatro faltas mientras Fausto Pomoli se debatía a puro corazón también sobre el límite de infracciones.

Aguada se arrimó (51-57) pero en el último parcial Malvín volvió a despegarse (64-55) tras gran robo de Souberbielle y bandeja de Mazzarino corriendo la cancha.

El partido pareció cerrarse cuando a falta de 5’ se fue por quinta Jeremis Smith y luego (a 2’20’’) Andrew Feeley.

Pero Aguada reaccionó a puro ímpetu y corazón. Se puso a 4, se puso a 2 y se puso a 1 con un Miguel Barriola dispuesto a llevarse todo por delante y las decisiones rápidas y categóricas de Diego García.

Otro mérito de Malvín: frenó –con lo justo– esa arremetida, marcó notable a Bavosi en la bola que pudo darle el triunfo a Aguada y sentenció el partido desde la línea de libres (incluso perjudicado por un fallo arbitral donde no se vio una clara falta sobre Hatila). Quedó a un triunfo de volver a ser campeón.

La cabeza de Souberbielle

Marcel Souberbielle tuvo un gran crecimiento la pasada temporada y siguió en esta en su línea de progresión. Es sin dudas el mejor sexto hombre del campeonato, jugó una notable serie semifinal contra Defensor Sporting y es hasta ahora el mejor del playero en la serie final contra Aguada. El alero metió cinco de siete dobles, dos de cinco triples colaborando con cuatro rebotes. Solo falló desde la línea de libres con tres sobre cinco aciertos. De yapa recuperó una pelota. Es un bastión de Malvín.

Las cifras

19 puntos marcó Marcel Souberbielle que volvió a ser figura determinante del triunfo playero.

22 puntos marcó Jeremis Smith para Aguada siendo el goleador de la noche.

4 asistencias repartió Nicolás Mazzarino que estuvo errático desde el perímetro pero colaboró en el armado.

El corazón de Pomoli

Durante el tercer cuarto, Malvín logró abrir una ventaja máxima de 11 puntos con varios pasajes de Hatila Passos y Harper Kamp en el banco porque se habían cargado de faltas (cuatro). Fausto Pomoli tuvo minutos de una brutal tenacidad defensiva, sin tener que recurrir a faltas groseras demostrando lo importante que puede ser en la rotación del equipo. De todas formas, el cambio que cambió el partido fue McGuire que trajo 17 puntos con tres aciertos de cinco en triples intentados.

La frase

"Tuvimos muchas faltas, algunas mal cobradas, entré a lo mío, siendo inferior de estatura y de peso tengo que meter eso que los demás no tienen”.

Fausto Pomoli, ala-pivot de Malvín

Primer cuarto, Malvín 18-17

Segundo cuarto, Malvín 38-33

Tercer cuarto, Malvín 57-51

Final, Malvín 79-76

1ª- Malvín 86-71

2ª- Malvín 73-64

3ª- Aguada 101-64

4ª- Aguada 75-70

5ª- Malvín 79-76