Los desafíos para el arbitraje de Conmebol en 2018

Así como los clubes de fútbol se preparan para toda su actividad anual, desde el año pasado los árbitros de Conmebol también llevan a cabo una pretemporada en la cual se someten en forma física, práctica y teórica a analizar situaciones complejas del juego.

Referí charló con el árbitro uruguayo Leodán González, quien participó de esa capacitación, para conocer de primera mano en qué cuestiones específicas pondrá su foco el arbitraje sudamericano para el año 2018.

La Conmebol cuenta distintos niveles de profesionalización del arbitraje en sus asociaciones miembro y busca con estos encuentros de sus jueces y líneas internacionales –que apenas superan la barrera de los 150 en cantidad– profesionalizar y desarrollar la gestión del referato.

La pretemporada se dividió en tres partes este año. La primera, del 13 al 19 de enero, fue para 50 árbitros argentinos que trabajaron en el predio de Defensa y Justicia.

La segunda se desarrolló en el municipio de Lindóia, en el estado de San Pablo entre el 28 de enero y el 1º de febrero con la presencia de 50 jueces y líneas de Brasil, Colombia, Ecuador y Venezuela.

"La pretemporada de los árbitros de la Conmebol tiene como objetivos principales evaluar, uniformizar criterios y prepararlos para los torneos y competencias del 2018", explicó en la web del ente rector del fútbol sudamericano el brasileño Wilson Seneme, presidente de la Comisión Arbitral de la Conmebol.

"La unificación no solo abarca los torneos internacionales sino que lo que se pretende es que en los torneos locales también se apliquen los mismos criterios", expresó González.

La tercera y última fase de la pretemporada se realizó en Uruguay del 5 al 9 de este mes: "Se entrenó mucho, de mañana arbitrábamos partidos en el Complejo Celeste y por la tarde teníamos teórico en el hotel donde estábamos en régimen de concentración", explicó el juez.

Participaron árbitros de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Venezuela además de los uruguayos González, Daniel Fedorczuk, Christian Ferreyra, Esteban Ostojich y Gustavo Tejera.

Los líneas uruguayos presentes fueron Miguel Nievas, Carlos Pastorino, Mauricio Espinosa, Gabriel Popovits, Nicolás Tarán, Richard Trinidad y Carlos Barreiro.

¿Cuáles fueron las jugadas específicas en las que más se hizo hincapié en las sesiones de video?

1)- Las manos dentro del área.

2)- Las jugadas donde se corta una oportunidad manifiesta de gol y su diferencia con el ataque prometedor.

3)- Los fuera de juego.

4)- La comunicación entre el equipo arbitral.

5)- La disputa del balón para diferenciar cuando hay imprudencia, uso de fuerza excesiva o una infracción temeraria.

6)- El control y manejo del partido.

Evidentemente que las manos en el área generaron una tormenta de polémicas tanto en el plano local como en el internacional en los dos últimos años .

"Hoy por hoy los jugadores tienen conciencia de cuando van a disputar un balón sacan la mano, pero más allá de que se cuiden, el árbitro tiene que estar concentrado en la posición del brazo y otros aspectos claves: que la mano esté o no en posición natural, que la intención del marcador sea ampliar el radio de defensa para cortar la trayectoria del balón, la distancia entre el tiro y la mano, que el balón vaya directamente a la mano", explicó González.

En las acciones de la falta de último recurso se puso énfasis en los cambios implementados a partir del 1º de junio de 2016 cuando se eliminó el triple castigo (penal, expulsión y suspensión) para el infractor que quiere jugar la pelota dentro del área.

"Fuera del área la regla sigue como siempre: si el defensor comete falta es expulsado. Ahora, cuando es dentro del área, hay que discriminar dos situaciones: la jugada manifiesta de gol y el ataque prometedor. Para que haya situación manifiesta de gol hay que ver la distancia entre la infracción y el arco, el control o probabilidad de control de balón del atacante y el número de defensores. Si un defensor comete falta dentro del área pero va en disputa el balón y se contemplan esas causales, lo que antes era penal y roja directa ahora es, además de penal, amarilla", expresó el juez.

"Cuando no se dan esos ítems estamos ante un mero ataque prometedor. Si es fuera del área es amarilla, si es dentro del área queda sin sanción. Es decir que la sanción se rebaja un grado para el caso de los penales. También hay penales en los que no se saca amarilla porque no hay ni siquiera ataque prometedor", agregó. Tal es el caso del jugador que se conduce la pelota hacia afuera del área y es derribado por imprudencia del defensor.

En los aspectos teóricos se trabajó mucho tanto en la comunicación que debe existir en la cuarteta arbitral y también en el control del partido, para evitar lo que en la jerga popular se conoce como que el partido "no se le vaya de las manos" al juez.

Acá juega mucho la personalidad del juez porque están los que buscan el diálogo con el jugador como los que intentan imponerse con un criterio más frío y reglamentarista. En las acciones donde se generan refriegas colectivas, hay una regla no escrita que a veces se sigue cuando se dan las causales: expulsar uno de cada lado.

La tercera jugada específica que valoraron los jueces fueron las entradas de los jugadores, es decir aquellas incidencias en que se intenta robar la pelota yendo hacia los pies de quien la tiene bajo su esfera dominial.

"Lo primero que hay que ver en la disputa del balón es determinar si existe infracción o no. Después, a la hora de sancionar hay que ver la diferencia entre el juego temerario y la fuerza excesiva. En eso también se trabajó con mucho video", explicó González.

Los jueces de línea trabajaron específicamente en su rol teniendo especial atención a la modificación de la regla decretada el 1º de junio de 2016 según la cual ni las manos ni los brazos deberán ser considerados al momento de determinar una posible posición adelantada, ni en el caso del jugador atacante o del que está defendiendo, incluido el golero. También se trabajó mucho en jugadas en las que un atacante que no participa directamente de la jugada interfiere en posición fuera de juego en la visión del guardameta.

Después de toda una semana de trabajo intenso y de mucho intercambio con los demás árbitros de la región, González llegó a una conclusión tajante: "Te soy sincero, hay jugadas grises, en las que 30 pensaban una cosa y 20 otra y se generaban ámbitos de discusión en los que la polémica subsistía. Tanto en las jugadas de mano, como las de los penales con sanción y el castigo a las entradas hacia el balón".

"El juez tiene que decidir en menos de medio segundo y a veces se torna difícil adoptar una decisión. La televisión te muestra la jugada desde varios ángulos y a veces existe lo que se llama la mejor toma de la jugada, pero el árbitro no la ve. Acá estamos hablando sin VAR de por medio. La cámara del árbitro son sus ojos y no tiene repetición. Y, por ejemplo, llegar a ver una mano no es fácil entre 10 jugadores", comentó González.

La histeria del hincha que rebota de la tribuna a las redes sociales, el enfoque periodístico con la actuación del árbitro valorada desde la repetición de las acciones, conspiran para a veces no se valore el especial rol del árbitro.