La selección de Francia es un volcán siempre activo

El 19 de noviembre de 2013 la selección de Francia le ganó 3-0 a Ucrania en París y se clasificó al Mundial de Brasil. En pleno festejo, con el Stade de France repleto, el delantero Olivier Giroud tomó un micrófono del campo de juego y comenzó a cantar La Marsellesa, el himno nacional. Se acoplaron sus compañeros y también el público. Fue un gesto espontáneo que se tomó como una reconciliación de la selección con los hinchas, el nacimiento de una nueva esperanza de Les Bleus después de los caóticos años bajo la conducción técnica de Laurent Blanc que terminó con la eliminación en cuartos de final de la Euro 2012, una pelea interna entre los futbolistas y el distanciamiento con los periodistas y el público.

Cuando era técnico de la selección a Blanc lo grabaron en una reunión privada en la Federación Francesa donde quería limitar la cantidad de jugadores de doble nacionalidad. "Cuando juegan en nuestra selección sub 16 a sub 21 y luego se van a jugar en países africanos me molesta mucho", expresó el DT, según se recogió en el documental 'Les Bleus, una historia de Francia'. Blanc también prohibió en la concentración el bufé halal, una comida islámica, y generó más rechazo. Después el entrenador tuvo que disculparse públicamente.

La relación del equipo nacional con el país ha sufrido años de confusión. La mezcla de nacionalismo, discriminación, inmigración, política y deporte han convertido a la selección en un volcán en permanente erupción. Didier Deschamps, capitán de los héroes que ganaron la Copa del Mundo en 1998, fue elegido como técnico de los azules en 2012 y estableció un código de conducta que ordenó a los futbolistas a respetar la camiseta y el himno nacional, además que deben ser humildes, tener una actitud abierta con los hinchas y tratar de manera profesional a la prensa.

El tema del himno ha sido todo un problema en la historia de la selección francesa. La gente tildaba de "antipatriotas" a los futbolistas que no lo cantaban en la cancha y los políticos lo utilizaban para ganar adeptos. Antes del Mundial de 1998, el líder del partido político Frente Nacional (extrema derecha), Jean-Marie Le Pen, dijo que "los azules son malos patriotas porque no cantan el himno con fervor o no saben la letra". "Me parece artificial reclutar jugadores extranjeros y llamarlos 'la selección de Francia'", agregó.

A Zinedine Zidane, uno de los jugadores más importantes en la historia, le decían "el árabe" porque sus padres nacieron en Argelia. De la misma nacionalidad son los padres de Karim Benzema. En 2006, antes de ser convocado por primera vez a la selección el delantero dijo en una entrevista que le gustaría jugar en Francia "por un tema deportivo" pero que Argelia era su país. Con los años, cuando no jugaba bien, le recordaban aquellas palabras.

Benzema fue el autor de uno de los tres tantos con los que Francia le ganó el repechaje a Ucrania y se clasificó al Mundial de 2014. Los otros dos los hizo Mamadou Sakho. En Brasil el equipo francés fue eliminado por Alemania en cuartos de final y antes de la Euro 2016, la Federación y el técnico Deschamps decidieron darle de baja a Benzema, acusado de participar en un chantaje a su excompañero de selección Mathieu Valbuena. "Deschamps accedió ante la presión de cierta parte de Francia que es racista" declaró Benzema a la prensa española.

El primer negro

Raoul Diagne, nacido en la Guayana Francesa, fue en 1931 el primer futbolista de raza negra en jugar en el equipo nacional. En 1976 el caribeño Marius Trésor se convirtió en el primer capitán negro de la selección francesa. En 1980 había cinco jugadores negros: Gérard Janvion, Marius Trésor, Jean Tigana, Jacques Zimako y Alain Couriol.

Del plantel que ganó la Copa del Mundo en 1998 solo ocho de 22 jugadores habían nacido en territorio galo, al igual que sus padres y abuelos. El resto (64%) eran una legión de "extranjeros" por origen propios o de sus predecesores.

En el plantel azul del actual Mundial, solo cuatro futbolistas son 100% franceses: Lloris, Pavard, Giroud y Thauvin. Los orígenes de los demás son variopintos: Griezmann (su padre es de origen alemán y su abuelo portugués), Pogba (Guinea), Matuidi (Angola), Mbappé (Camerún, Argelia), Areola (Filipinas), Umtiti (Camerún), Kimpembe (Congo, Haití), Tolisso (Togo), Fekir (Argelia), Rami (Marruecos), Mendy (Senegal), Mandanda y Nzonzi (Congo), Dembelé (Mauritania, Senegal), Kanté y Sibide (Malí), Hernández (España) Varane y Lemar (Antillas).

En el Mundial de Sudáfrica 2010 Francia tuvo una actuación lamentable adentro y afuera de la cancha. Primero porque se clasificó con un gol contra Irlanda después de una clara mano de Henry. Después porque Ribery y Benzema protagonizaron un escándalo sexual con una prostituta. Le siguió una pelea entre Nicolás Anelka y el técnico Raymond Domenech, que terminó con el futbolista expulsado del equipo. Esto provocó que sus compañeros decidieran no entrenar y al regresar a París tras la eliminación, el tema fue el de siempre, la división del plantel: por un lado Evrá, Abidal y Ribery, y por otro los blancos Lloris, Toulalan y Gourcuff. Un volcán siempre en actividad.

Un viaje para quedar bien

En noviembre de 2005, después de clasificar con mucho sufrimiento al Mundial de Alemania 2006, la selección francesa se trasladó por primera vez en su historia a Martinica, isla de las Antillas Menores y uno de los cinco territorios de ultramar que pertenecen a Francia. Los otros son Guadalupe, Guayana Francesa, Mayotte y Reunión. En Martinica tienen su origen Henry, Anelka, Abidal y Raphael Varane.

La familia de Griezmann

Antoine Griezmann nació en Francia, adoptó costumbres uruguayas en España, su padre tiene raíces alemanas y su abuelo era portugués. Su progenitor Alain Griezmann es de origen alsaciano (un territorio que Alemania y Francia se disputaron toda la vida) y su abuelo Amaro Lopes nació en Portugal, donde fue futbolista. Antoine tiene una hermana que escapó de milagro de Bataclán durante los atentados de 2015 en París.