Héctor Da Prá: una maestría de tres décadas

Se formó en Sporting, tuvo una carrera alterada por una lesión de espalda, se recibió de odontólogo hace 40 años y desde hace tres décadas dirige en el básquetbol uruguayo sin parar un año, todo un récord. Para Héctor Da Prá la vida es un aprendizaje continuo y de su mano Urunday Universitario disfruta y sueña en grande.

Da Prá desembarcó en el club de la calle Joaquín Suárez en 2013 sucediendo a Daniel Ciechanovvechi en pleno Metropolitano.

"Mi hijo es mi agente y ya habíamos decidido que no iba a dirigir más el Metro para hacerlo solo en la Liga. Pero decidimos que Urunday merecía esa excepción. Y no nos equivocamos", dijo.

Al año siguiente, con la llegada de Emilio Taboada al equipo, el estudioso ascendió y desde entonces es animador de la Liga aunque nunca pasó más allá de los cuartos de final.

Ahora, tras un comienzo irregular marcado por las lesiones de varias piezas claves (Mauro Zubiaurre, Brian Craig y Taboada), el equipo enderezó su marcha y lidera con luz el Clausura: ocho jugados y ocho ganados. Está cerca de coronar ese título para clasificar por primera vez a una competición internacional (la Liga Sudamericana).

"Hay una mezcla de alegría, sorpresa e ilusión porque en realidad después de todas las lesiones que sufrimos teníamos mucha desconfianza de qué podía pasar en un torneo tan parejo", expresó.

Da Prá explica este gran momento de la verde en tres pilares: la llegada de Carl Elliot, el trabajo de Álvaro Aguiar en la preparación física y la solidaridad del equipo.

"Elliot nos dio talento, necesitábamos a alguien que pudiera cargar con el equipo, que nos diera capacidad para definir los juegos. Es un combo-guard, puede jugar tanto de base como escolta, puede jugar posteado y pasa muy bien la pelota", expresó sobre el estadounidense.

"El equipo físicamente está muy bien preparado, puso en forma a jugadores como Kevin Young y estamos jugando muy bien en los cierres, en los segundos tiempos llegamos con mucho aire al final", agregó.

"El gran secreto de Urunday en toda esta etapa es el juego solidario del equipo, no recriminarse y pasar la pelota al jugador mejor ubicado. Hay mucha química de equipo y juegan como si fueran amigos de toda la vida", reveló el entrenador de Urunday.

"Si me preguntan qué equipo quiero dirigir es este, acá puedo desarrollar todo lo que pensé y lo que aprendí cuando fui a España a hacer un Master. Tenemos 150 chicos trabajando en inferiores y el programa de formativas es muy bueno", agregó.

Da Prá se formó como jugador en Sporting donde debutó a los 16 años. "Era un tirador", recordó. A los 18 pasó a Trouville y a los 19 lo citaron a la selección mayor. Una hernia de disco marcó su carrera. Ya nunca sería igual. A los 23 se recibió de odontólogo y este año celebrará 40 años en la profesión: "La odontología me saca del básquetbol y el básquetbol de la odontología, es como una buena gimnasia".

Después de jugar 10 años en Trouville pasó a Tabaré donde se retiró en 1987 y empezó a entrenar en 1988. No paró un solo año desde entonces.

Dirigió a Trouville, Bohemios, Neptuno, Nacional, Malvín, Atenas, Aguada, Sayago, Atenas en tres períodos, Hebraica Macabi, Goes, Welcome, Larrañaga y Unión Atlética hasta llegar a Urunday Universitario.

"Gané seis Metropolitanos, fui vicecampeón federal, pero siempre voy hacia algo más importante", comentó.

"Ahora estamos cerca de lograr el primer objetivo que es el de clasificar a la Liguilla, pero estamos a cuatro partidos de clasificar a una Liga Sudamericana y eso nos va a poner en una buena posición de cara a los playoffs. El sueño es poder llegar a semifinales y ver hasta dónde podemos llegar", explicó Da Prá.

En el Master que hizo hace dos años en España aprendió que lo peor que le puede decir a un jugador es "no". "Eso sería como sacarle el talento individual al jugador".