El resurgir de Thiago Silva: del desastre de Brasil 2014 a la solidez en Rusia 2018

Ningún otro jugador impresionó más al cuerpo técnico de la selección brasileña que Thiago Silva en este inicio de Copa del Mundo. Después de dos partidos, el zaguero exorcizó fantasmas y se convirtió en sinónimo de seguridad en el equipo que intenta el hexa en Rusia. El país festeja el retorno del romance entre el jugador y la camiseta n°2 de la canarinha.

Thiago empezó a ganar la confianza de Tite para superar a su compañero de club Marquinhos y aparecer como titular en el amistoso contra Rusia en Moscú el 23 de marzo de este año. En la ocasión, volvió al equipo al lado de Miranda, hizo un buen partido en la victoria brasileña por 3 a 0 y no salió más. Desde ahí lleva otros cinco partidos y sólo un gol sufrido en el debut en la Copa contra Suiza, en una jugada en la que quedó en deuda su compañero Miranda. Thiago, por su parte, jugó muy bien.

Contra Costa Rica, la selección tenía una dura prueba, pues un tropiezo podría costar la eliminación en la próxima fase. El estreno había sido mal visto por todos, y considerado la peor actuación de la era Tite. La famosa presión subió. ¿Y qué hizo Tite? Colocó a Thiago como capitán. "Hubo desconfianza y los más críticos recordaron la Copa pasada, cuando el zaguero quedó marcado por el llanto tras los octavos de final contra Chile y la ausencia en la semifinal contra Alemania por una tarjeta innecesaria. Pero el N°2 hizo un partido prácticamente impecable, sin perder una pelota, y liderando el sistema defensivo brasileño.

Para Thiago, el retorno a Rusia es más que especial y se vuelve emblemático el hecho de que haya reconquistado su puesto en ese país. En 2004 vivió el mayor drama de su carrera, por cuenta de una tuberculosis contraída cuando actuaba en el Dínamo Moscú. En la ocasión, los médicos rusos querían operarlo y decían que no volvería más a jugar. Thiago fue salvado por el técnico Ivo Wortmann y el apoyo de los familiares y hoy disfruta la buena fase en la tierra que lo renegó.

Otro jugador que ha llenado los ojos de la comisión técnica en Rusia es Philippe Coutinho, autor de dos goles en los dos primeros partidos, siendo el máximo goleador de la selección en la Copa. El poder de decisión dentro del área era una de las cosas que le reclamaba por Tite al delantero, y verlo llegar con fuerza al ataque trae satisfacción, aún más con Neymar por debajo del ideal. Junto con Thiago, hoy son los dos que más tranquilidad le dan a Tite.