Fútbol > A 68 AÑOS

El nuevo significado de Maracaná para esta generación celeste

Es un aniversario más de aquella gesta que dejó de ser un peso y se ha transformado en una inspiración para las nuevas generaciones de futbolistas
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16 de julio de 2018 a las 05:00

El Maestro Tabárez tiene como tema musical de cabecera a "José sabía", de La Vela Puerca. Es que más allá de la canción hay parte de la letra y sus conceptos que sirven para distintas situaciones y sobre todo, en el fútbol. Como cuando cantan "...y también al placer de ganar y perder, cuando todo parece jodido es cuando hay que poner".

En esta fecha tan especial para el fútbol uruguayo en la que se cumple un aniversario más de la gesta de Maracaná en 1950, vale la pena concluir que aquello dejó de ser un peso para las generaciones venideras y se transformó en una inspiración.

El propio Maestro en su momento expresó que pensaba que "el Maracanazo tuvo un efecto negativo: a las generaciones posteriores les llegó el mensaje, subliminalmente, de que campeones eran ellos y no los de hoy. Como si nada de lo que se hiciera tendría el mismo sentido de Maracaná", dijo a Folha do São Paulo en 2014 y lo repitió en la conferencia de prensa previa al partido ante Francia de hace unos días.

Claro que esto no implica el respeto que el orientador celeste siempre tuvo por aquellos jugadores que dieron la vuelta olímpica más recordada de la historia del fútbol cuando él tenía apenas tres años.

"No hay nada que haya pasado o pueda pasar después del 16 de julio de 1950 que quite algo de significado a lo que ha sido Maracaná para los uruguayos. Para mí está en la gran historia de nuestro fútbol. Es algo a lo que vuelvo permanentemente pero porque me interesa, no para vanagloriarme o proyectarlo hacia el futuro", expresó ese mismo año en una entrevista para el programa En Perspectiva.

Aquel peso que durante décadas tuvo la gesta de Maracaná en planteles y planteles celestes, aquella mochila enorme, fue bien aprovechada por Tabárez y al final, se dio lo que él pretendía: que los futbolistas volvieran a creer en que se podía, como sucedió más que nunca en este último Mundial de Rusia 2018.

El fútbol y el mundo cambiaron muchísimo desde aquel momento inolvidable para el balompié uruguayo. Hoy los futbolistas de elite, incluso los de este país, se hacen fuertes y exitosos en Europa. Allá es donde existen las grandes ligas, los clubes multimillonarios, las naciones más ricas.

Eso es algo imposible de poder siquiera pensar para Uruguay. No solo a nivel futbolístico, tampoco a nivel país. En aquella época, la celeste era una potencia futbolística y lo de 1950 terminó de potenciar, de rubricar lo que había sido un pasado glorioso en las décadas de los años de 1920 y 1930.

Hubo un cambio enorme. Hoy a la selección nacional le cuesta una enormidad poder enfrentar a rivales que la superan abiertamente en varios aspectos y Tabárez lo explicaba en la citada nota, pero sí tiene materia prima como para volver a creer que es posible.

"Todo ha cambiado. Nos cuesta un enorme esfuerzo enfrentar a potencias que nos superan demográficamente, en cantidad de futbolistas elegibles, en niveles de organización y de poderío económico. El mundo del fútbol en este momento está organizado por corrientes migratorias de futbolistas que van todos hacia Europa, porque ahí está la elite del fútbol mundial en cuanto a posibilidades", explicó el Maestro antes de Brasil 2014.

Lo que sí tiene Uruguay respecto a las potencias es la historia y la cultura futbolísticas. En eso sí se puede ver reflejado con países del primer mundo del fútbol.

Al Maestro lo desvelaban algunos tópicos de Maracaná que fue escuchando con el paso de los años y que no eran ciertos y eso lo dejó entrever.

"Escuché que éramos más guapos que los brasileños, que de 100 partidos le ganábamos uno, que nos mataron a pelotazos, que los matamos a patadas. Todas mentiras. En aquel momento los brasileños no eran superiores a los uruguayos. Un día viajando hacia Italia para un amistoso en Verona, hablé con Juan Schiaffino y me contó que Uruguay hizo solo 11 fouls. Habían jugado varios amistosos previos y algunos de ellos los había ganado Uruguay. Esa mitificación y esa desinformación llevaron a que ese legado, que da la continuidad histórica, la que tenían los campeones de 1950 en relación con los campeones olímpicos (de 1924 y 1928), que los admiraban y se hicieron a su luz, después se interrumpió", agregó Tabárez.

Los Bentancur, Torreira, Godín, Suárez, Cavani, Vecino y compañía, tienen muy claro lo que fue Maracaná porque el propio Maestro fue el encargado de pedir que en el Complejo Uruguay Celeste se colgaran distintas fotos. Para, por si hacía falta, que conocieran a Obdulio, Gambetta, Ghiggia, Julio Pérez, Míguez y Schiaffino, entre otros cracks de aquel 16 de julio imborrable.

Esa admiración de Tabárez fue llevando a que con el paso de los años y las generaciones, de a poco, los futbolistas uruguayos se transformaran de nuevo en protagonistas. Más allá de las enormes diferencias económicas que existen.

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