El milagroso base de Sporting que se salvó de un balazo

Sundiata Gaines tenía cuatro años. Estaba en Brooklyn, Nueva York, a las afueras de un salón de fotocopias, junto a su madre, esperando a su hermano mayor que había ido al supermercado. Un hombre sale del local y se le cae un maletín que se abre disparándose el revólver cargado que porta dentro. La bala le atraviesa el cuello, pero milagrosamente no deja más secuelas que un par de pequeñas cicatrices.

Sundiata, de 31 años, las muestra en la cancha de Welcome al término de la práctica de Defensor Sporting, club al que llegó a principios de este mes.

"El tipo era un agente encubierto, un detective. Estuve dos semanas en el hospital y afortunadamente me recuperé. Quizás por eso empecé a jugar al básquetbol, fue como un llamado para buscar mi oportunidad", cuenta a Referí.

Dos años más tarde, a los seis, Sundiata se dio cuenta que tenía habilidades que lo hacían superior al resto de los chicos de su edad. Su padre y hermano habían jugado al básquetbol a nivel liceal. Pero él ya soñaba con llegar a los más altos niveles.

Se destacó en el liceo Arcbishop Molloy de Queen's y consiguió una beca en la Universidad de Georgia donde estudió Sociología: "Me quedaron dos materias para graduarme, voy a retomarlas el año que viene".

En su último año universitario (2007-2008) promedió 14,8 puntos, 6,0 en rebotes, 4,2 en asistencias y 1,8 en recuperos pero no fue drafteado para cumplir su anhelo de llegar a la NBA.

Empezó su recorrido por el mundo en Italia pero sin resignar a su sueño, por lo que en 2009 volvió a jugar por Idaho Stampede en la Liga de Desarrollo de la NBA.

Su buen nivel determinó que en enero de 2010 Utah Jazz le ofreciera un contrato de 10 días.

Le tocó entrar como suplente de Deron Williams y en su quinto partido tocó el cielo con las manos. Jugaban en casa contra los Cleveland Cavaliers de LeBron James y le quedó la última bola. Anthony Parker llegó tarde y clavó un triple que cada vez que recuerda le arranca una sonrisa.

"Fue el momento más grande de mi carrera. La gente supo quién era. La nación habló de nosotros porque Cleveland tenía el mejor récord de la NBA, fue un momento especial, mi primer triple en la NBA en mi quinto partido, había errado tres antes", rememora.

Le costó hacerse un lugar en la mejor liga del mundo. Tuvo otros contratos de 10 días en Minnesota Timberwolves donde jugó con Kevin Love, en Toronto Raptors donde tuvo de compañero a DeMar DeRozan y en New Jersey Nets donde el pívot era Brook Lopez.

Fueron los Nets los que le ofrecieron su primer contrato de varias temporadas. Pero justo se rompió un hueso de la cadera. "Fue una lesión rara, los doctores me decían que nunca habían visto algo semejante".

Entonces volvió a emigrar. Georgia, China, Turquía, Venezuela, Israel y nuevamente Italia fueron sus destinos. Entre medio tuvo idas y venidas para intentar volver a la NBA. Volvió a jugar la Liga de Desarrollo, hizo un campamento en Indiana Pacers donde se reencontró con su amigo Paul George, en 2012, y jugó la Liga de Verano con Detroit Pistons en 2013.

¿Cómo llegó a Uruguay? Por la necesidad de Defensor Sporting de ir por un nuevo base luego de rescindir contrato con Martín Osimani.

"Fuimos por un reemplazo extranjero. Llevaba casi un año sin jugar porque buscaba su regreso a la NBA. Tuvo ofertas que no le resultaron buenas y quería volver al circuito", explica el entrenador de Sporting, Álvaro Ponce.

Su último equipo fue Salt Lake City Stars (2016-2017) en la Liga de Desarrollo de la NBA.

Desde la llegada de Sundiata, Defensor Sporting ganó tres de sus cuatro partidos y cambió la opaca versión mostrada en el Clausura.

"Me siento muy bien, ganamos varios partidos, me gusta el equipo y la temperatura de la ciudad. Llevaba varios meses sin jugar y me pareció una gran oportunidad para retornar", explica el neoyorquino cuyo top 3 de bases preferidos son Russell Westbrook, Kyrie Irving y Damian Lillard.

"No conocía Uruguay, pero me gusta conocer nuevas ligas y nuevos lugares. No me parece una liga muy dura pero tampoco fácil. A cualquier lado que voy es para ser campeón, odio perder y siempre quiero ganar", agrega. Sporting se frota las manos de cara a los playoffs.

Como en 2008 Sundiata no integró el draft de la NBA se fue a jugar la temporada 2008-2009 a Cantú de Italia donde compartió equipo con el uruguayo Nicolás Mazzarino. "Era un novato y aprendí mucho de él porque es un excelente tirador. Siempre nos quedábamos a practicar tiros, hacíamos competición y me ganaba siempre. Creo que le gané una sola vez", recuerda a las risas. "Es una gran persona". Se reencontraron el 6 de marzo de este año en cancha de Malvín. Sporting ganó 85-79. Sundiata metió cinco triples y Mazzarino cuatro. El alumno superó esa noche al maestro.

"Es un jugador muy completo: tiene tiro exterior, rompimiento, es seguro en el manejo del balón, es muy fuerte, atlético y es un tipo muy profesional; por eso jugó en la NBA"

"Nos trajo alegría, siempre está de buen humor y nos da un ritmo de juego al que no estamos acostumbrados. Con su velocidad e intensidad contagia a todo el equipo"

"El hecho de que sea defendido por bases nacionales puede ser una ventaja, pero en nuestra liga se usan defensas a la que estos jugadores no están acostumbrados, eso debe ser observado por los árbitros que tienen que ver qué permiten y qué no permiten. Porque ellos tampoco están acostumbrados a ver bases extranjeros y hay defensas que cuando físicamente no pueden apelan a otras cosas".

Álvaro Ponce, técnico de de Defensor Sporting