Defensor ganó en la noche de Carlitos

Los trancó fuerte y los miró a los ojos sin bajar la mirada. Pasó la pelota con la seguridad que ya mostró con la selección sub 20. Aplicado tácticamente, inteligente y recuperador nato de pelotas, Carlos Benavídez tuvo una noche soñada al mostrar también su faceta goleadora en el gran triunfo por 3-1 que Defensor Sporting logró ante Monagas para seguir con vida en el grupo 1 de la Copa Libertadores.

Dos goles de cabeza hizo Benavídez pisando el área por sorpresa. El primero minutos después de que Luis González errara un tanto increíble tras superar la defensa de Guillermo Reyes, cuando el fondo violeta era un tembladeral. El segundo solo dos minutos más tarde que Juan Vogliotti empatara el partido, lo que en la sumatoria de méritos de cada equipo le daba un toque de justicia al encuentro.

Porque empezó mejor la visita. Consistente en el mediocampo y potente y veloz para salir rápido al ataque. Encontró espacios rápidamente entre Ernesto Goñi y Nicolás Correa con la presencia amenazante de Jhonder Cádiz.

Avisó con un cabezazo desviado y vio espacio fértil a los 13' para que Luis González, un habilidoso puntero, quedara mano a mano con Guillermo Reyes. Llegó en tiempo y excelente forma el golero para salvar su arco. Fue una de las figuras de la noche color violeta.

Reaccionó Defensor después de unos 15' iniciales muy inestables. Mathías Cardacio encontró la pelota para distribuirla y así el local logró plantarse en campo enemigo inquietando con desbordes por afuera de Facundo Castro.

A eso se sumaron un par de muy buenas subidas de Mathías Suárez por derecha. A los 30' el Zorrito generó la más clara con una diagonal perfecta que remató apenas por encima del travesaño.

Pero Monagas volvió a recuperar el medio con el gran trajinar de Carlos Suárez y con sus tres delanteros netos volvió a llegar con mucho peligro cada vez que agarró a Defensor a contrapierna.

El centrodeantero Rubén Rojas generó mucho peligro cada vez que le ganó las espaldas a los volantes del fusionado y encaró para asistir a los punteros. A los 32' Goñi salvó el arco con Reyes caído y a los 38' el golero volvió a ganarse los aplausos en un mano a mano contra Cádiz donde resolvió con notable gesto técnico.

Así se fue un preocupante primer tiempo. Monagas no era lo que pintaban sus resultados coperos (0-2 en casa con Cerro Porteño y 0-4 en su visita a Gremio) ni sus antecedentes frescos que indicaban una sola victoria en sus últimos 13 cotejos.

Con ese panorama Eduardo Acevedo se la jugó. Mandó a la cancha al pibe Emiliano Gómez de 16 años que había debutado el viernes ante Liverpool.

La intención fue clara. Sacar a Germán Rivero como referencia de área y colocar un delantero potente y encarador sobre la banda derecha donde el DT violeta vio la mayor debilidad del rival.

Hubo que atravesar un sobresalto más. A los 52', Luis González desperdició la más clara de Monagas al volver a quedar solo ante Reyes y rematar afuera tras eludirlo.

Y justo ahí llegó el gol de Benavídez. Caído del cielo tras una buena circulación de pelota orquestada por Matías Cabrera y un notable centro de Suárez.

Pisó el área el volante de la sub 20 campeona en Ecuador el año pasado y mostró tanto oportunismo como capacidad técnica para definir de cabeza.

Era justo lo que necesitaba el equipo de Eduardo Acevedo, que los tres volantes que dispuso por delante de la línea de cuatro defensores y por detrás del enganche Cabrera, se desprendiera al ataque y pisara el área por sorpresa y sin ser referencia para la zaga.

El partido se encarillaba cuando un buen 1-2 de Luis y el lateral Óscar González por izquierda terminó en el empate de los venezolanos, obra de Vogliotti en la primera intervención aprovechando un mal cálculo del Coto Correa.

Entonces Benavídez fue rescatista para una ilusión copera. Solo dos minutos después armó una jugada y la definió con otro cabezazo tras centro de Castro.

Monagas se cayó. Su predisposición al ataque se diluyó en su propia inconsistencia defensiva. Los tres volantes comenzaron a deambular ante el trajinar de los Benavídez-Cardacio-Rabuñal y el espacio fue tierra fértil para que Gómez comenzara a encarar y someter a la defensa rival.

Dos notables jugadas hilvanó el chiquilín con manejo y explosión. Generó dos penales. Uno lo convirtió Cabrera que tuvo la gentileza de cederle el otro. Baroja, ex Sud América, se lo atajó. Pero la fiesta igual tuvo color violeta.

Defensor ganó, se reposicionó en el grupo 1 donde mandan Cerro Porteño y Gremio y le dio vida a una esperanza que deberá alimentar la semana próxima ante este mismo rival, pero en Maturín.