"Hay amiguismos de otro tipo. Por ejemplo, una deportista que yo admiro mucho, que es Déborah Rodríguez. Como atleta y como mujer. Me parece una atleta admirable. ¡Hay qué ser atleta en Uruguay con todos los problemas que tiene comparados con todas las facilidades que tiene atletas de otros países! Es adscripta del señor ministro, está contratada y le pagan por mes. Pero vive en Miami", expresó Bordaberry.
"Cuéntemnme cómo lo hace, no sé qué hace. Acá hay una confusión, a mí me parece muy bien apoyar a los atletas, soy el primero que quiere ayudarlos, pero para eso está la Secretaría Nacional del Deporte; el Ministerio del Interior tiene que agarrar a los chorros", agregó.
"Le pasa un dinero, es una adscripta a distancia. Está bueno que la ayude, pero no es su función. Y si no está en el país, ¿cómo trabaja? ¿Qué está, cediendo su imagen? Entonces hagan un contrato de cesión de imagen. No la tomen como adscripta, pega en el palo con el abuso de funciones", concluyó.
Déborah firmó contrato con el Ministerio del Interior el 1º de febrero de 2015 en calidad de adscripta lo que según el objeto del contrato no le confiere la calidad de funcionaria pública.
Contactada por Referí, la atleta declinó hacer declaraciones: "Hasta los Juegos Odesur no voy a hablar; en las redes sociales me están acribillando pero me tengo que enfocar en lo deportivo", se excusó. El evento comienza el 26 de mayo en Cochabamba, Bolivia.
Desde que firmó su contrato con el Ministerio, Déborah trabaja en actividades organizadas por el proyecto Pelota al Medio a la Esperanza dando charlas a niños y adolescentes sobre inclusión social a través del deporte.
Déborah Rodríguez con Pelota al Medio a la Esperanza
undefined
Déborah con Pelota al Medio a la Esperanza
Déborah con Pelota al Medio a la Esperanza
Visita escuelas y liceos y cuenta su historia de vida, su origen humilde y cómo a través del deporte pudo llegar a defender a Uruguay en el alto rendimiento del
atletismo.
Según pudo saber Referí, antes de irse a Estados Unidos, Déborah pidió la licencia contemplada por el contrato que no había usufructuado entre 2015 y 2017. Vencida la misma ya se encuentra con licencia sin goce de sueldo.
Pero su estadía en Estados Unidos no es a tiempo completo. Desde que se radicó allá ya viajó dos veces a Uruguay. Y en esos períodos generó actividades con el programa. Esa será la forma de trabajo conjunto entre la atleta y el ente estatal de ahora en más. "Cuando no esté en Uruguay no se van a generar actividades ni tampoco sueldo. Lo que hace Déborah también lo hace allá con la academia de chicos de Sarasota y ella lo ve cómo una forma de retribuirle a la sociedad lo que el deporte le ha dado", contaron a Referí desde su entorno.
También se accedió al contrato firmado por la deportista y en el mismo figura como sueldo una cifra de $ 25.500 que con las retenciones legales correspondientes es poco más de $ 21 mil en la mano. En las redes sociales se difundió una versión de que por este contrato, la atleta percibía un importe de $ 145 mil por mes.