Cunha dejó seguir una jugada en la que hubo una supuesta falta sobre el delantero galo
Antoine Griezmann y un minuto después, los cuatro árbitros encargados del VAR lo llamaron por el intercomunicador para avisarle que fuera al monitor para observar atentamente la incidencia porque podía ser penal.
El uruguayo demoró unos 30 segundos viendo atentamente el pequeño televisor colocado en el estadio por la FIFA y finalmente determinó que fue penal ante la bronca de todos los australianos. Griezmann, quien había hecho muy poco, anotó el transitorio 1-0 para los galos.
Luego hubo otra jugada en la que Cunha decidió muy bien. Samuel Umtiti, el compañero de Luis Suárez en Barcelona, tocó la pelota casi imperceptiblemente para el ojo, con la mano en su propia área, pero el juez uruguayo no dudó y pitó correctamente el penal que fue el 1-1 para los australianos.
Pero eso no quedó allí. En el 2-1 de Paul Pogba para Francia a los 80 minutos, el reloj especial que llevaba el árbitro le avisó que la pelota había entrado debido a la goal line technology.
Por lo vivido, fue un encuentro bastante movido para el árbitro uruguayo quien debido a todo esto, entró en la historia de la Copa del Mundo.