Cuevas ante el reto de la tercera ronda

Pablo Cuevas se clasificó a última hora del domingo uruguayo a la segunda ronda del Abierto de Australia por segunda vez en su carrera. Ahora lo espera el estadounidense Ryan Harrison y no es un duelo más: de ganar, el salteño se meterá por primera vez en la tercera ronda del primer Grand Slam del año.

Cuevas, que este lunes bajó un puesto en la clasificación ATP pasando al 34º lugar, le ganó bien al ruso Mikhail Youzhny (90º) por 7-6(7), 6-3, 7-5.

Su solvente servicio y su fortaleza anímica para sobrellevar los momentos de mayor paridad del encuentro dejaron buenas sensaciones para Cuevas que se preparó para este Grand Slam en Auckland donde ganó en primera ronda a Taro Daniel pero quedó afuera en segunda contra otro ruso, Karen Khachanov.

Fuera de Roland Garros –que se juega sobre polvo de ladrillo, la superficie en la que mejor se desenvuelve– Cuevas nunca estuvo en la tercera ronda de un Grand Slam.

En París sí logró meterse en esa tercera ronda, los octavos de final, en las tres últimas ediciones por lo que su reto es acceder a los cuartos de final, algo que solo logró Marcelo Filippini en 1999 siendo la mejor actuación histórica de un uruguayo en un Grande. A Filippini lo eliminó Andre Agassi, a la postre campeón de aquel torneo superando en la final a Andrei Medvedev.

Pero el cemento es ya de por sí un rival a vencer más allá del adversario de turno para Cuevas que igual ha logrado triunfos resonantes a lo largo de su carrera en superficies rápidas.

Su rival es Ryan Harrison, estadounidense de 25 años, número 45 del ranking ATP (bajó un puesto esta semana y es el cuarto estadounidense) que en la primera ronda le ganó al israelí Dudi Sela por 6-3, 5-7, 3-6, 7-5, 6-2.

Ambos tenistas se conocen ya que jugaron entre sí en la primera ronda del ATP 250 de Houston, en la gira norteamericana de polvo de ladrillo de 2008.

Fue un partido muy especial para Harrison que con apenas 15 años logró ante el uruguayo su primera victoria como profesional tras vencer sus dos partidos de la ronda clasificatoria. En segunda ronda fue eliminado por su compatriota James Blake.

En 2009 ganó dos Futures en Estados Unidos y llegó a una semifinal de Challenger, en Sacramento, para terminar de confirmar que era la gran promesa del tenis estadounidense y el posible sucesor de Andy Roddick, el último número 1 de ese país.

Pero su progresión fue más lenta de lo que su notable irrupción adolescente vaticinó.

En 2010 llegó, en Tiburón, a su primera final challenger pero perdió con Tobias Kamke.

El 2011 fue un año importante: ganó su primer challenger, en Honolulú, llegó a octavos de final de Indian Wells y a las semifinales de sus primeros torneos ATP, en Atlanta y Los Angeles.

Contra esa barrera de semifinales se chocó en 2012 en San José, Eastbourne y Newport, en 2013 en Atlanta y en 2015 en Acapulco, ya en un ATP 500.

Pero no fue hasta el año pasado, tras un pobre 2016, en el que ganó su primer título: Memphis. Luego perdió la final de Atlanta con John Isner.

En la primera semana de este año perdió con Nick Kyrgios la final en Brisbane. Ya no es el de 2016 y para Cuevas es un rival para temer en el cemento.

De ganar, en la tercera ronda Cuevas jugará contra el vencedor del duelo entre el portugués João Sousa y el croata Marin Cilic.