Aguada es esto: orgullo a prueba de todo

Sos esto Aguada. Rebeldía, lucha, entrega. Hasta el último instante. En las circunstancias más difíciles y contra el rival más pintado. Sos esto Aguada. Garra y corazón. Alma y vida. Un corazón de dos colores, un grito repetido que cruza Montevideo de norte a sur. De este a oeste. Por todo el país. Y por eso, por tu esencia, habrá séptima final de la Liga Uruguaya de Básquetbol.

Le ganaste a Malvín, Aguada. Por goleada: 86-69. Empataste una serie que no tenía mañana. Como cuando estabas 2-1 abajo contra Nacional en las semifinales y eliminaste a la sensación del torneo. O cuando le levantaste el 0-2 al playero en esta misma serie.

Y le ganaste sin Diego García. ¿Cuál? ¿El chiquito que le metió cuatro triples seguidos a Nacional cuando estabas 11 abajo en el quinto partido de semis? Sí. Ese.

No es que García sea un fenómeno –más allá de que sea un conductor muy inteligente, gran pasador y dueño de un respetable tiro perimetral–, de hecho es el suplente de Federico Bavosi. Pero lo perdiste por un fallo del tribunal de penas que lo condenó a tres partidos de suspensión por supuestos insultos a la terna arbitral en el final del quinto partido.

Los jueces denunciaron que Miguel Barriola empujó a uno de la terna. El video que presentó la defensa descartó ese hecho y no recibió sanción. Pero a García se le cayó con el código a través de la denuncia arbitral.

Así y todo ganaste Aguada. Sin una de tus cartas de cambio. No le ganaste, aplastaste a Malvín.

Se dio cuenta Pablo López cuando arrancaron 7-13 abajo. Pidió tiempo porque Demian Álvarez entró picante.

¡Cómo no iban a entrar a 2 20! Si cuando se supo la sanción a Diego, Barriola escribió en su Twitter: "Con vos mi hermano, siempre. ¡Por vos vamos a muerte!".

¿Y quién puede con Aguada cuando juega con el cuchillo entre los dientes? ¿Cuándo su gente empuja y en vez de hinchada es vendaval? Olvidate.

Álvarez fue incontenible en el uno contra uno. Jeremis Smith fue imponente. Dominante como se le dice a esos grandotes que se hacen respetar abajo del aro.

No empezó bien Andrew Feeley (erró sus primeros cuatro tiros de campo). Pero a partir del segundo cuarto fue sí mismo. El de tiro abierto quirúrgico. El del posteo con lectura. El defensor encomiable.

Y no hubo partido. Nunca. Porque te fuiste 17 puntos arriba al cabo del primer tiempo. Y porque arrancaste el segundo con un triple de Feeley que desarticuló el intentó de reacción en cuestión de segundos.

Y ganaste como se gana cuando se juega con el corazón: sin aflojar.

Vos que sabés de épica y remontadas tenés claro que disfrutás más de un 66-65 en la hora remontando 18 puntos que ganar de punta a punta.

Pero lo ganaste por Diego. Viste cómo tus hinchas se pusieron su avatar en las cuentas de Twitter. Cómo mostraron su indignación e impotencia por lo que le pasó. Cómo colgaron banderas con su nombre para apoyarlo. Leíste el comunicado oficial del club.

Y se te vino Malvín sobre el final (a 11 puntos). Pero lo ganaste. Con tu orgullo. Ese que no mancillaron las décadas de sequía ni los descensos. Porque tu orgullo es a prueba de todo.

Estás en una séptima final como el año pasado ante Macabi. Sabés que va a ser otra historia porque Malvín es un cuadrazo sostenido en un largo proceso. Pero para vos nada es imposible.

1ª, Malvín 86-71

2ª, Malvín 73-64

3ª, Aguada 101-64

4ª, Aguada 75-70

5ª, Malvín 79-76

6ª, Aguada 86-69

7ª, Martes, hora 21.15

25 puntos anotó Demian Álvarez para ser el goleador del partido. Tiró seis triples y metió cuatro. Repartió siete asistencias.

16 puntos marcó Andrew Feeley que se fue en blanco en el primer cuarto. Bajó seis rebotes y dio cuatro asistencias.

13 puntos marcó Federico Bavosi, otra de las grandes figuras que tuvo el aguatero.

14 puntos anotó Jeremis Smith con siete rebotes y seis asistencias. Con Smith a este nivel, Aguada es muy duro de vencer. El estadounidense juega y hace jugar.

Primer cuarto: Aguada 18-13

Segundo cuarto: Aguada 46-29

Tercer cuarto: Aguada 71-44

Final: Aguada 86-69