El goleador del seleccionado de Egipto,
Mohamed Salah, viajó junto al resto de sus compañeros al
Mundial de
Rusia 2018 y con una sonrisa demostró su estado de ánimo a pocos días del debut que será ante Uruguay el próximo viernes en Ekaterinburgo.
El futbolista se había lesionado el hombro en la final de la Liga de Campeones luego de un agarrón del español Sergio Ramos de Real Madrid y debió dejar la cancha.
Desde ese día, Salah viene haciendo un trabajo contrarreloj de fisioterapia y él mismo declaró hace un par de jornadas que no sabía si llegaría al debut ante Uruguay aunque le gustaría "poder estar".
Está claro que Salah jugará desde el segundo partido de la llave en adelante, pero la duda que aún persiste es si podrá estar o no el viernes ante los celestes.
El hombro no se toca
Durante unos segundos se vivió un momento de tensión, tras la llegada de Egipto a Rusia, cuando Salah fue a descender del ómnibus que trasladaba a a su selección y un fanático le tocó el hombro al pedirle una foto. La seguridad reaccionó enseguida y el delantero de Liverpool, quien había tomado el pedido del fan con muy buena onda.