Fútbol > FÚTBOL

Vuelve el Lolo, el hincha de Peñarol

Fabián Estoyanoff verá su sueño hecho realidad con su quinto pasaje por el conjunto aurinegro
Tiempo de lectura: -'
17 de agosto de 2017 a las 05:00

Con 19 años cumplió el sueño de su abuelo José Pedro y se encontró en la mesa de sesiones del consejo directivo de Peñarol con otro José Pedro: Damiani, el presidente de entonces, en julio de 2002. Esa tarde llevó debajo de su camisa y corbata, una camiseta con la foto de su abuelo estampada y la mostró a la prensa orgulloso.

Su abuelo, Cholo de Paso de la Arena –como lo conocían todos–, lo llevó siempre a la Ámsterdam en su Ford Falcon a ver al equipo de sus amores, y el propio Fabián Estoyanoff, el Lolo, lo vio romper alguna vez una radio contra el piso por la bronca, como también la mayoría de las veces lo había visto feliz.

Estoyanoff con la cara de su abuelo en una camiseta cuando firmó en 2002
undefined

Fue la persona que más lo marcó en su vida y por quien estuvo a punto de dejar el fútbol el día que falleció. Es que había viajado con la selección de la B a una gira y justo la jornada en que volvió, su abuelo dejó de existir. "Ese día dije que quería dejar el fútbol. No tenía más ganas de nada. (Miguel) Puppo me citó al equipo principal de Fénix y dije que no. Pero al final, mi familia me convenció", dijo hace un tiempo a Referí.

Hoy, 15 años después de aquel primer día en Peñarol, volverá a pedido de Leonardo Ramos, a punto de cumplir sus 35.

Debutó con Gregorio Pérez como técnico ante Deportivo Maldonado en el Campus el 13 de julio de 2002; perdieron en la hora 3-2. Su primer gol se lo hizo a Wanderers el 4 de agosto.

Peñarol fue su vida desde entonces. Este será su quinto pasaje por el club de sus amores, más allá de que Fénix también lo lleva entre sus mejores recuerdos.

Claro que la selección no estuvo ausente de su carrera. Participó en tres Copas América y en Eliminatorias, pero uno de sus mejores recuerdos es haber hecho el gol con el que Uruguay le ganó 1-0 a Irlanda del Norte el 21 de mayo de 2006, en el primer partido de Óscar Tabárez en su segundo ciclo en la celeste.

En diciembre pasado, luego de anotarle tres goles a Danubio con Fénix, le comentó a Referí: "Sé que voy a volver a jugar algún día en Peñarol. Capaz que pasan tres, cuatro años, pero se va a cumplir. Sé que voy a volver y hasta el día de mi retiro voy a trabajar para eso". Y así será.

En su primer retorno en enero de 2008 estaba Gustavo Matosas. Pero fue a mediados de 2010 cuando tras un nuevo regreso, se vio su mejor momento en el club. Estaba Manolo Keosseian y su primer encuentro fue ante Real Madrid el día que el Pato Sosa despeinó a Cristiano Ronaldo.

Un año después, acariciaron la Copa Libertadores de América con Diego Aguirre como DT, pero perdieron con Santos de Neymar. "Ese fue uno de los dolores más grandes que me dejó el fútbol por no haber podido traer esa sexta copa", comentó hace poco a Referí.

Su último regreso a Peñarol se había dado en enero de 2012 con Gregorio Pérez y se quedó hasta el 7 de diciembre de 2014 con Fossati. Perdió su último partido 3-2 ante Racing.

En marzo de 2016, cuando se inauguró el Estadio Campeón del Siglo, hubo un espectáculo gigante de varios grupos que participaron. Él no estaba invitado a hacerlo, pero convenció a los encargados y cantó con su pareja, Majo. "No podía faltar esta noche. Tenía que estar de cualquier manera y acá estoy con ustedes", dijo antes de cantar.

Fue dos veces campeón uruguayo con los aurinegros: la primera, en 2003 con Diego Aguirre, y la segunda, con el Polilla Da Silva en 2012-13.

En aquel 2003 disputó un clásico en el que le salió todo. Entró cuando iban 0-0, metió dos asistencias y tras el descuento tricolor, anotó el 3-1 para ganar la Anual. Luego lograrían el título tras el recordado tiro libre de Chilavert que despejó Bava y cabeceó Bizera al gol.

También estuvo en el último clásico que ganó Peñarol: el 5-0 de abril de 2014. Esa tarde ingresó por el Tony Pacheco a los 61 minutos, iban 3-0 y se convirtieron dos más. Pero él no hizo ninguno y marró unos cuántos, por lo que la goleada podía haber tenido más historia aún.

En enero de ese año se había equivocado feo en otro clásico cuando agredió a Pablo Álvarez. Varios futbolistas, incluido él, terminaron procesados por la Justicia. "Le pedí perdón dos años después cuando lo vi en una cancha. Se me salió la cadena", comentó el Lolo a Referí en diciembre.

Las milanesas de su abuela Norma fueron el premio esperado siempre que andaba bien. Su hijo mayor, Santiago, desde muy niño siempre fue fanático de Tony Pacheco.

Fabián Estoyanoff con su abuela Norma
undefined

Estoyanoff también es muy amigo del Chino Recoba, ya que jugó con él en Panionios de Grecia y en la selección.

"Su hijo Jeremías es un manya a muerte y un enfermo por el Tony (Pacheco) y por mí. Cuando lo veo siempre le pregunto: 'No te vas a cambiar ahora, ¿no?' Y él me responde: '¡No! No me cambio por nada del mundo'. Entonces siempre lo gastamos al Chino porque el hijo es un gran manya", contó hace un tiempo Estoyanoff a Referí.

Es el retorno del hincha. Luchó hasta que lo consiguió. Leo Ramos lo espera con ansias.

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...