El alemán Sebastian Vettel (Red Bull) conquistó el domingo su cuarto Mundial consecutivo de F-1 con un claro triunfo en el GP de la India, donde Fernando Alonso (Ferrari) -undécimo- perdió toda opción de disputar la carrera tras una salida accidentada.
El germano, que partía con neumáticos blandos y enseguida cambió al compuesto medio, se hizo con el liderato definitivo de la carrera tras un tercio de la misma, y quedó muy por delante del Mercedes de su compatriota Nico Rosberg y el Lotus del francés Romain Grosjean, segundo y tercero respectivamente.
El "pequeño Káiser", el único que ha saboreado el triunfo en las tres ediciones disputadas en el circuito indio de Buddh, que no estará en el calendario en 2014, sumó la victoria número 36 de su trayectoria profesional.
Su desahogo
"Me hace sentir muy orgulloso. Es uno de los mejores días de mi vida", dijo el cuádruple campeón. Y agregó: "No ha sido un año fácil. No es fácil que me abucheen a pesar de que no lo merezca", añadió dolido Vettel, recordando los episodios en los podios de Monza y Singapur.
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