Vettel no necesita ayuda

Con una estrategia de tres paradas en boxes, impuesta a último momento al australiano Mark Webber, el equipo Red Bull facilitó la victoria de Sebastian Vettel evitando la lucha en pista entre sus hombres y también el bochorno de emitir una orden de equipo que difícilmente fuese acatada.

Webber, quien se encuentra en su última temporada en la Fórmula 1, había sorprendido el sábado obteniendo la primera posición en la grilla de partida del Gran Premio de Japón, superando por primera vez en el año a su compañero de equipo y líder del torneo.

Ni Webber ni Sebastian Vettel tuvieron una buena largada cuando se apagó el semáforo y cedieron a Romain Grosjean (Lotus-Renault) el liderazgo en la primera mitad de la competencia.

También estuvo a punto de sobrepasarlos Lewis Hamilton (Mercedes) que fue tocado de foma involuntaria por el auto de Vettel, produciendo un pinchazo y posteriormente su abandono.

Mientras el Lotus y los Red Bull se alejaban, Felipe Massa (Ferrari) y su compañero Fernando Alonso se batían con el alemán Nico Rosberg (Mercedes) por la cuarta posición.

Órdenes que no se acatan

Las estrategias de detenciones de Ferrari no funcionaron como esperaban y se vieron frenados en su avance por Daniel Ricciardo (Toro Rosso) que largó con neumáticos duros y se mantuvo más vueltas en pista, y después por Nico Hulkenberg (Sauber) en otra buena actuación.

A los de Maranello no les fue mejor accionando las órdenes de equipo: “Ahora por favor, multi-función estrategia A” le solicitó por radio el ingeniero de carrera Rob Smedley a su piloto Massa, en clara alusión a que dejara pasar al español.

El brasileño hizo caso omiso a la comunicación, manteniendo ritmo y trayectoria, hasta que el asturiano, 2º clasificado en el torneo, pudo pasarlo arriesgando más de la cuenta. Su 4º puesto final postergó 15 días la definición del campeonato a India.

Grosjean fue el hombre del día

Una vez más el franco-suizo, Romain Grosjean, dio la nota: largó mejor que el resto y lideró media competencia, superando claramente a su compañero Raikkonen. Nada pudo hacer cuando Vettel -y sobre el final Webber- lo adelantaron por dentro en la curva 1. Quedó claro que quiere liderar a su equipo el año próximo, para el cual ya todos están trabajando.