El partido inaugural de la Copa América Centenario fue todo felicidad para Colombia, que superó en el debut 2-0 a Estados Unidos con mucha comodidad.
Apenas siete minutos duró la resistencia del local, que pagó muy caro una distracción de su última zona para que Cristian Zapata aprovechara una cortina tras un tiro de esquina para firmar la apertura del marcador.
Luego del gol, Estados Unidos sintió el impacto, se hizo de la pelota pero nunca tuvo claridad para vulnerar una zona medular cafetera bien parada.
El equipo de Jürgen Klinsmann, plagado de buenas intenciones con valores interesantes como Jermaine Jones, Alejandro Bedoya, Clint Dempsey y Bobby Wood, nunca se encontró.
Para colmo, cuando el partido se caía en un pozo a falta de cuatro minutos para el final del primer tiempo, Estados Unidos cometió un penal claro que James Rodríguez cambió por gol para ampliar la diferencia.
En un primer tiempo muy parejo, Colombia le sacó petróleo a cada pelota detenid.
El complemento cambió el trámite de paridad por dominio absoluto y Colombia se impuso jugando el fútbol que mejor le sale: posesiones largas y juego a los espacios que Estados Unidos dejaba al correr desesperadamente por la pelota.
En ese dominio, Edwin Cardona se consolidó como la gran figura y matizó la preocupación cafetera por un James que tuvo que dejar la cancha por lesión.