Vázquez: “Algo van a tener que hacer, o se van a terminar quedando sin deporte”

¿Cuál fue la decisión que tomó el presidente José Mujica?
La orden que tengo es no cubrir con custodia policial el Parque Central (estadio de Nacional) y el Estadio Centenario (donde juega como locatario Peñarol).

¿Por qué esos dos estadios y no otros?
Porque ahí es donde se está desarrollando últimamente la mayor cantidad de incidentes. La idea es que los actores que tienen algo que ver con este tema de la violencia en el deporte tomen algún tipo de medida que sea efectiva. Hace mucho tiempo que se viene hablando: se vienen flexibilizando medidas, siempre se piensa que vendrá alguna respuesta adecuada por parte de la hinchada, de la dirigencia de los equipos o de la AUF (Asociación Uruguaya de Fútbol), pero en la medida en que no hay una contrapartida en ese sentido, la decisión del presidente de la República es que no se cubran estas canchas.

¿El problema son las canchas o algunos clubes?
El problema es generar un hecho que haga que exista una reacción por parte de los actores para que le encuentren una solución a este problema de la violencia en el deporte.

Entonces, hoy el gobierno no tiene una solución, sino que espera que esta llegue por parte de los clubes.
El gobierno ha implementado todas o casi todas las medidas porque ya hace muchos años venimos trabajando en esto. Nosotros hemos hecho reuniones con la AUF en varias oportunidades, con dirigentes de todos los cuadros, con los jueces de fútbol, con la gremial de jugadores, con los periodistas deportivos y con las hinchadas. Sin embargo, los resultados que tenemos son estos. En este partido, aparte de hacer un despliegue policial desde los puentes internacionales hasta Montevideo, cubrimos la zona del Estadio con 600 policías. En el año 2013, empleamos 76 mil horas de policías para cubrir 700 partidos de fútbol. Hemos hecho siempre el mayor de los esfuerzos. El miércoles cubrimos el Estadio Centenario hasta los puentes y, además, cubrimos los partidos de básquetbol. Hicimos un gran esfuerzo: del otro lado tiene que haber una respuesta, y no la hay.

¿Cuál debe ser esa respuesta?
Que se junten y que nos hagan una propuesta y la analizaremos. Y vemos. Ahora la pelota está en la cancha de ellos.

¿Qué se espera concretamente de los clubes?
Que se reúnan, que tomen algunas decisiones. Hay un código de faltas que no aprueba la AUF porque no logra quórum para poder resolverlo: que logre quórum y lo resuelva. Que las hinchadas, si quieren tener espectáculos deportivos, vean qué es lo que hacen con la gente de las barras. Además, después sucede que si nosotros ponemos mucha Policía y la Policía se excede, hay una crítica a la Policía porque se excedió. Si ponemos una Policía en tono de precaución, vienen las críticas de por qué la Policía no actuó. Ponemos Policía dentro de las tribunas, pero hay gente que va a pelear con la Policía. Entonces, algo tiene que pasar para que los espectáculos se hagan en condiciones de seguridad o no se hagan. Pero la solución ya no depende del Ministerio del Interior.

¿Qué espera de la Justicia en este caso?
La aprobación de la ley de faltas y que la Justicia haya tomado algunas medidas como prohibir a alguna gente que vaya a los espectáculos deportivos o que cuando hay espectáculos de fútbol, la gente pase en la comisaría. Esa es una buena medida, porque es eficiente para sacar a los violentos de los espectáculos deportivos. Uno de los detenidos ya tiene como tres antecedentes por haber sido arrestado por actitudes violentas. Ayer podíamos haber tenido muertos en el Parque Batlle si la hinchada de Nacional salía a enfrentarse con la de Newell’s.

¿Espera que los clubes den una señal aplicando el derecho de admisión?
Yo creo que una cosa buena es que se empiece a aplicar y se siga aplicando la ley de faltas. El derecho de admisión no es un tema fácil de resolver, pues implica inversiones importantes que tendría que hacer la AUF y esta plantea que tiene dificultades económicas.

¿Por qué Nacional podría jugar en el Franzini contra Liverpool?
Porque no juega ni en el Parque Central ni en el Centenario.

Así planteadas las cosas, pareciera que el problema son los estadios y no los clubes
o las barras.
El problema es que los uruguayos nos vamos tornando cada vez más violentos y en el fútbol se manifiesta de esta manera. Alguien le tiene que poner límites a esto, y los estamos poniendo nosotros.

¿Usted cree que están dadas las condiciones para jugar en el Franzini?
Sí, por eso lo autorizamos. Esperemos que no nos defrauden, porque si en el Franzini tenemos problemas, extenderemos la medida hasta que sea necesario. Si es necesario que no se juegue más al fútbol, no se juega más al fútbol.

¿Cree que los dirigentes siguen protegiendo a los violentos?
Yo no creo nada. Lo que digo es que algo van a tener que hacer, o se van a terminar quedando sin deporte.