Espectáculos y Cultura > LONDRES 2012

Uruguay y Gran Bretaña entrenaron juntos

Los celestes y los locales trabajaron durante una hora separados solo por una lona blanca, que no impedía que se escucharan los gritos Pearce y de Tabárez
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24 de julio de 2012 a las 16:27

Cosas de los Juegos Olímpicos. En el Partington Sports Center el sol cae a plomo y el termómetro se acerca a los 30ºC cuando el reloj marca la hora 11. De un lado de una lona blanca de poco más de dos metros de alto y del largo de la cancha, que está prolijamente colocada en el tejido, entrena el equipo de Tabárez, del otro el de Gran Bretaña. De pronto se escucha un grito: “Change, change”, que llega de la cancha número uno, en la que no se pueden ver los trabajos pero sí escuchar las órdenes del entrenador Stuart Pearce. Del otro, en donde está la prensa uruguaya, se pueden ver y observar los movimientos de los celestes y Tabárez grita: “Lo que cansa es no tener la pelota. Y cuando la tenemos tenemos que hacerla correr, que corra, que corra, que no se detenga”.

Esa superposición de indicaciones en inglés y en español se sucede durante una hora, en la que Uruguay, que empezó a la hora 10 ocupó la cancha número 2 y los anfitriones, que comenzaron a las 11, la 1.

El Partington es un complejo de siete canchas que fue acondicionado para que todas las selecciones que compiten en Manchester puedan entrenar y convivir en un régimen muy especial, exclusivo de los Juegos Olímpicos, de compartir el mismo espacio físico durante toda la competencia. El mismo que establece que las cuatro delegaciones se alojen en el mismo hotel, que hace las veces de mini villa olímpica y que tengan que apurar el almuerzo para llegar antes a la mesa de ping pong o a las otras distracciones que tienen en la sala de juego.

El comedor es lo único que no comparten, debido a que la diferente alimentación de los deportistas llevó a que cada uno tuviera su propio lugar. “Fijate que hoy nosotros desayunamos lo de siempre, yogurt, leche, cereales, frutas, y los ingleses comieron huevos revueltos y chorizos”, explicó Sebastián Bauzá acerca de la convivencia del plantel con el resto de las delegación.

Pero la cuestión venía a cuento de que en el entrenamiento del martes de mañana, en Manchester, tuvo la particularidad que trabajaron los dos equipos a 20 metros uno del otro. También, que El Observador pudo presenciar el movimiento de Uruguay y unos minutos del de los británicos, que fue abierto para la prensa durante 15 minutos y la cercanía –solo había que caminar 100 metros, para pasar para el otro lado de la lona y mirar el trabajo de Uruguay o el calentamiento de los británicos- lo permitían. Y comprobó que la prensa le está dando la espalda al fútbol: en la práctica de los locales hubo más periodistas uruguayos que británicos. Sí, así como leyó. Hubo una decena de uruguayos y apenas cuatro locales, incluidos los fotógrafos.

Toda la información sobre los Juegos Olímpicos está en el Especial Londres 2012 de El Observador.

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