La selección femenina de
hándbol desistió de participar en el
repechaje de Kazajistán que otorga el último boleto para el Mundial de Dinamarca y nuevamente se quedará sin competir en el máximo evento deportivo.
Uruguay se clasificó en la cancha la semana pasada al terminar en el quinto puesto del Campeonato Panamericano de La Habana.
Participar en ese torneo ya fue una odisea. La selección en principio no iba a contar con ningún apoyo pero logró que la
Dirección Nacional de Deportes pusiera US$ 20 mil para los pasajes. Los US$ 15 mil restantes los financió la Federación Uruguaya de Handball con los escasos recursos que contaba.
Algunas chicas, incluso, fueron al Estadio Centenario el día del clásico a vender rifas pero solo pudieron juntar $ 1.500.
El viaje y la estadía en Kazajistán son ahora imposibles de absorber para la Federación según explicó a El Observador su presidente Eduardo Spangenberg.
La financiación del viaje ascendía a US$ 46 mil y la Federación solo contaba con un apoyo para la estadía de US$ 15 mil costeado por la Federación Internacional de Handball.
"Les escribimos para ver si podía haber algún apoyo extra y ni nos respondieron. Es más, nos pidieron que confirmáramos cuanto antes la asistencia", dijo Spangenberg.
"La Dirección de Deportes nos ha dado un montón de apoyo y ya sabíamos que para este torneo no nos iba a poder ayudar", explicó.
Lo lamentable de la situación es que la selección se ganó un lugar en el repechaje en la cancha pero no podrá jugar su boleto al Mundial por falta de recursos.
De esta manera, Uruguay vuelve a quedar afuera de un Mundial. Solo se clasificó a uno de los últimos cinco mundiales.
El repechaje se jugará entre el 15 y 17 de junio en Almaty, Kazajistán, entre el local, Congo y Australia. Resta saber qué equipo panamericano asistirá.