Era el partido clave. Lo había dicho Tabárez. Y Uruguay, en sus aspiraciones de clasificar a semifinales, lo jugó como tal. Y con esa intensidad se llevó un triunfo merecido por 2-1 en Salvador, que le permite acercarse a esa instancia de la Copa Confederaciones.
El equipo de Tabárez comenzó el juego presionando en la mitad de la cancha, con el espíritu de llevarse por delante al rival. No con tanta prolijidad, durante los primeros 20 minutos logró varios tiros de esquina, producto de la profundidad lograda a través de los volantes externos que colocó el entrenador: el "Cebolla" Rodríguez y Maximiliano Pereira.
Sin embargo, los africanos no se sintieron amenazados y buscaron inquietar el arco de Muslera con remates de media distancia.
Pero fue el equipo celeste el que aprovechó la primera ocasión clara. Forlán lanzó un tiro de esquina que fue rechazado por los nigerianos. Tomó el rebote, envió el centro al medio y Lugano, de una forma poco ortodoxa, mandó la pelota al fondo de la red. 1-0.
Nigeria, lejos de sentir el cimbronazo del gol, fue a buscar el partido. John Obi Mikel se colocó a las espaldas de los volantes, recibió un balón, se sacó de la encima a Lugano y vulneró la salida de Muslera. Fue el empate.
Ese leve dominio en el manejo de la pelota hizo que jugaran un poco más en terreno uruguayo. El contragolpe pareció ser la mejor herramienta para el equipo uruguayo. A los 5 minutos del segundo tiempo se vio una prueba fidedigna de ello: marca en la mitad de la cancha, pase al ataque en velocidad, que encontró a Forlán tirado contra la izquierda. El futbolista de Inter, que cumplía su partido número 100 con Uruguay, sacó un latigazo tremendo que decretó el segundo gol para la celeste.
Luego, el partido fue luchado, con varias interrupciones debido a las reiteradas infracciones que cometieron ambos equipos.
Nigeria no tuvo tanto espacio para lastimar desde afuera del área como lo había insinuado en la primera parte y los cambios de Tabárez -Coates por Suárez y "Palito" Pereira por el "Cebolla Rodríguez- terminaron de abroquelar en el fondo a Uruguay.
Los celestes se llevan un triunfo vital de Salvador, el cual permite que, de ganarle a Tahití, seguramente se asegure un lugar en las semifinales del torneo.
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