Uruguay debe recuperar su identidad

En el último tramo de las Eliminatorias la selección de Uruguay perdió uno de los cimientos más importantes: la solidez defensiva. Mientras que en las primeras nueve fechas los celestes solo recibieron cinco goles (dos de Ecuador en la altura de Quito, dos de Brasil en Recife y uno de Argentina en Mendoza), en las últimas cinco le marcaron 12 veces (dos de Colombia en Barranquilla, uno de Ecuador en el Centenario, tres de Chile en Santiago, cuatro de Brasil en el Centenario y dos de Perú en Lima).

No solamente ha recibido muchos más goles de visitante, sino que también se le cayó la estantería en Montevideo, donde había mantenido la valla imbatida en los primeros cinco partidos jugados en casa.

Esto explica en parte el bajón que tuvo el equipo de Óscar Tabárez, que pasó del primer lugar en la novena jornada al tercer puesto de hoy, con el mismo puntaje que Chile (23) y solo uno arriba de Argentina, su rival de hoy.

Tabárez ha tenido que cambiar varias veces el bloque defensivo del equipo, por ausencias debido a lesiones o por bajos rendimientos. Esto ha generado una inestabilidad que se nota en los resultados.

Martín Cáceres es una de las bajas más notorias que ha tenido Uruguay durante gran parte de las Eliminatorias. El Pelado fue titular hasta la cuarta fecha y luego no actuó más porque no tenía club. Su ductilidad le permite jugar en los dos laterales y también en la zaga.

Después alternaron Sebastián Coates, Diego Godín y José María Giménez en la dupla de centrales. En el lateral izquierdo, tras un inicio de Álvaro Pereira, el Maestro le dio la oportunidad a Gastón Silva.

La zona de volantes también es importante y ahí hay una presencia permanente que es la de Egidio Arévalo Ríos. Después lo han acompañado Carlos Sánchez, Álvaro González, Matías Vecino y hasta Nicolás Lodeiro. Es un sector donde los celestes también perdieron estabilidad.

De los últimos 12 goles, Uruguay recibió cuatro de contragolpe, tres de cabeza, dos por remates desde afuera del área y tres adentro del área.

Los celestes sufren los envíos aéreos, por mala ubicación o desatenciones, pero también padece cuando les tiran pelotazos a las espaldas de los zagueros y los agarran mal parados

Los dos goles de Colombia, en la calurosa Barranquilla, fueron de cabeza, después que Uruguay se pusiera en ventaja. El primero lo hizo Abel Aguilar, tras un tiro de esquina; el colombiano saltó solo, sin oposición de ningún celeste. El segundo también cayó desde arriba; en el tramo final del partido lo convirtió el zaguero Yerry Mina, quien se metió entre los defensores y conectó un centro de Cuadrado, que había desbordado por la derecha.

Los celestes ganaron en el Estadio Centenario con un goles de Sebastián Coates y Diego Rolan. El tanto de Ecuador lo hizo Felipe Caicedo; tras una jugada en la que el equipo uruguayo perdió la pelota en ataque y provocó el nacimiento de un contragolpe rival. Caicedo recibió sin marcas a la entrada del área, se acomodó y sacó el disparo bajo.

El primer gol chileno lo hizo Eduardo Vargas, de cabeza. Tras un desborde por la izquierda que no pudieron contener Vecino ni Maximiliano Pereira, llegó el centro y la definició entre los dos centrales. El segundo fue de Alexis Sánchez, quien remató desde afuera del área tras un saque de banda; la pelota pasó por abajo de Muslera. El segundo fue de contra: pelotazo largo para Sánchez, quien le ganó en velocidad a Maxi Pereira y a Coates.

El primer gol lo marcó desde afuera del área, descuidado por los volantes, después que Neymar maniobrara sin marcas con la pelota. El segundo, recogió un rebote en Martín Silva tras un remate de Firmino, quien giró y remató con frente a Coates. El tercero lo hizo Neymar, luego de recibir un pase largo, ganándole a Coates y a Godín y defiendo por arriba. El cuarto fue de Paulinho: empezó en un córner y tras un centro, apareció solo en el área chica.

Los celestes se pusieron en ventaja con un gol de Carlos Sánchez, pero la alegría duró poco. Perú empató con un tanto de Paolo Guerrero, quien recibió un pelotazo largo, le ganó a Godín en el cuerpo a cuerpo, en una zona donde no estaba Fucile (ese día jugó de lateral izquierdo) y le pegó abajo. El segundo, obra de Edison Flores, sucedió luego de un centro desde la izquierda, donde salió a marcar Godín (tampoco estaba el lateral), y el volante incaico le pegó solo en el área.