Una previa caliente

Se podría decir que todos llegan en igualdad de condiciones ya que los cuatro llegan con un jugador lesionado.

Pero en ese terreno Brasil corre con desventaja ya que el viernes perdió a su jugador estrella: Neymar a quien el colombiano Camilo Zúñiga le fracturó una vértebra.

Su rival, Alemania, también tiene descartado por el resto del torneo al lateral Shkodran Mustafi. Pero ni se compara. Aunque si se recuerda que en el último amistoso previo al mundial –ante Armenia–, los germanos perdieron a uno de sus extremos titulares, Marco Reus, la balanza se puede equilibrar un poco.

Pero Brasil está de luto. Y por eso lanzó ayer una serie de furiosas ofensivas para caldear el ambiente previo a la semifinal de mañana que se jugará a la hora 17 en Belo Horizonte.

En primer lugar, la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) le pidió a la FIFA abrir un expediente disciplinario a Zúñiga así como también quitarle la tarjeta amarilla que el capitán Thiago Silva recibió ante Colombia y que le impide mañana jugar ante los teutones.

Thiago Silva vio la amarilla ante los cafeteros al obstaculizar voluntariamente un saque de arco del meta rival, David Ospina.

La otra movida fue mediática: la prensa informó que Neymar podía ser sometido a un tratamiento de inflitraciones para poder llegar a estar disponible en la final, aunque la recuperación sería “milagrosa”.

Horas después, el médico de la selección brasileña tildó a la infiltración de “práctica antigua” y en una entrevista con O Globo dijo que eso podría comprometer seriamente el futuro del jugador de 23 años.

El entrenador Luiz Felipe Scolari no se quiso quedar afuera y contó que Neymar gritó: “¡No siento las piernas!” luego de recibir la infracción de Zúñiga.

“Vamos a ganar la Copa por Neymar”, exclamó Thiago Silva para hacer de la lesión una cuestión motivacional.

Bastian Schweinsteiger, referente del mediocampo alemán, percibió el aroma de la batalla y salió al frente. En su cuenta de Twitter puso “Vamos Brasil”, lo que fue interpretado como una provocación por los hinchas verdeamarelhos.

Después fue por más y en conferencia de prensa le advirtió al árbitro del partido –antes de que fuera designado el mexicano Marcos Rodríguez, el que no vio la mordida de Luis Suárez– tener especial cuidado con el juego brusco de los brasileños.

La previa ya está caliente y mientras, Scolari debe optar entre Willian y Bernard para suplir a Neymar. Pero será Oscar el que deberá asumir el liderazgo del equipo desde el mediocampo.

Di María, otra baja

Al igual que Brasil, el otro equipo sudamericano que afrontará semifinales, Argentina, llegará con uno de sus mejores jugadores descartado por lesión.

“Hemos observado que Ángel tiene una lesión de grado uno en el músculo recto anterior del cuádriceps del miembro inferior derecho”, dijo ayer en conferencia de prensa el médico argentino Daniel Martínez.

Di María, autor del gol a Suiza que puso a la albiceleste en cuartos de final, podría llegar a la final si Argentina vence a Holanda el miércoles en San Pablo (hora 17).

Los holandeses son tal vez, de los cuatro que siguen en carrera, los más regulares y los que mejor han rendido en función de su potencial y la forma en que han planteado sus partidos.

Le infligieron a España una humillante derrota en el debut, trabajaron más de la cuenta para vencer a Australia y neutralizaron claramente a Chile para ganar el grupo. Después se lo dieron vuelta a México en un partido donde no la pasaron bien en el arranque y con Costa Rica fueron a penales porque entre los palos y Keylor Navas, los ticos sostuvieron un cero con tintes milagrosos.

El equipo tampoco está a pleno. Nigel De Jong había sido descartado por el resto del mundial por un desgarro pero está trabajando como para llegar contra Argentina. Mientras, el zaguero Ron Vlaar está sentido en una rodilla.

Con lo que queda. Así se preparan las semis de un mundial.

Javier Mascherano: “Tenemos una oportunidad única, una oportunidad hermosa y la vamos a vivir con la ilusión que merece para tratar de llegar a la final”.

2-0 El antecedente. Brasil y Alemania, las dos más grandes potencias del fútbol, solo chocaron una vez por mundiales. Fue en la final de Corea-Japón 2002 donde ganó Brasil, dirigido por Scolari, con doblete de Ronaldo. Antes de jugarse dicho encuentro el golero alemán Oliver Kahn fue distinguido como el mejor del certamen. Pero en la final cometió dos gruesos errores en los goles.

3 Partidos. Son los que jugaron en mundiales Argentina y Holanda. El primero fue en la segunda fase de Alemania 1974. Fue paliza de la Naranja Mecánica 4-0. Argentina tuvo revancha en la final de su mundial, en 1978, donde se impuso 3-1. La última vez que se enfrentaron fue en cuartos de final de Francia 1998 con triunfo tulipán por 2-1 recordado por la expulsión de Ariel Ortega y por la magistral definición de Dennis Bergkamp.