Un grupo de siete hinchas de
Peñarol, entre ellos dos mujeres, llegaron el domingo a las puertas de Los Aromos a manifestar su malestar con el rendimiento del equipo tras la derrota ante Danubio.
Jorge Da Silva ya se había retirado del lugar, al igual que los jugadores.
En el recinto quedaban el presidente del club,
Juan Pedro Damiani, el director deprotivo Juan Ahuntchain, y el dirigente Carlos Casarotti.
Pero a los aficionados poco le importó y comenzaron a propinar insultos y gritos. "Esto es Peñarol" y "hay que ganar", reclamaron.
En un momento, sacaron una soga, hicieron una horca y la colgaron del arco del portón del complejo aurinegro.
Luego, Carlos Correa, de la seguridad del club, salió a hablar con ellos y les explicó que ya no había nadie.
Tras ese momento, las dos mujeres se tomaron a golpes de puño.
El funcionario aurinegro los convenció y finalmente se fueron. Fue un momento muy complicado porque los siete hinchas estaban muy descontrolados, indicaron a Referí.
Lo que no sacaron fue la horca, que siguió colgada del portón.