Un secreto a voces: Nico López descartado

Nacional entrenó esta tarde en Casa Amarilla, predio de Boca Juniors, previo al encuentro que este jueves (hora 20.15) disputará ante los xeneizes por un lugar en las semifinales de la Copa Libertadores.

El plantel de 20 jugadores tricolores arribó a la hora 18.50 y en el movimiento a puertas abiertas para los medios uruguayos se pudo ver a Nicolás López charlar primero con el ayudante técnico Cristian Berman y luego moverse junto al médico Álvaro Arsuaga, el preparador físico Jorge Franco y el kinesiólogo Daniel Calimares.

Después de un rato, López realizó trotes en línea recta y en zig-zag para luego ensayar remates con la pelota a un arco, pero solo con la pierna izquierda. La derecha, afectada por una tendinitis de rodilla, no la utilizó. Da la impresión de que es muy difícil que mañana pueda estar a la orden.

En un momento, el entrenador Gustavo Munúa se acercó a charlar con el médico Arsuaga y poco después ordenó trabajos en espacios reducidos con equipos mezclados sin la presencia de López.

Luego, los jugadores se quedaron tirando al arco y López se retiró a la zona de vestuarios.

Consultado en el arribo a Buenos Aires por Referí este mediodía, el jugador declaró sentirse "mejor". Sin embargo, el panorama de la práctica no fue nada alentador.

Munúa dará a conocer el equipo poco antes del arranque del partido. Sin embargo, es posible que Nacional juegue con Esteban Conde, Jorge Fucile, Mauricio Victorino, Diego Polenta, Alfonso Espino; Leandro Barcia, Santiago Romero, Diego Porras, Felipe Carballo; Sebastián Fernández y Léo Gamalho.

Carballo sustituirá al lesionado Kevin Ramírez y la estructura del equipo se modificará de 4-2-3-1 a 4-4-2 con Carballo como volante externo por izquierda, como entró en el clásico del domingo ante Peñarol. Por López jugaría Gamalho en ofensiva.

Finalizada la atención a la prensa, Referí pudo ver cómo dialogaban los jugadores sobre la situación de López. Las caras no alentaban esperanzas. Al delantero se lo vio hablar con Diego Polenta sin su mejor semblante. La sensación que quedó, más allá de que Munúa insiste con esperarlo hasta último momento, es que el jugador está descartado.