Diego Rossi

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Un día en el laboratorio celeste

Fabián Coito ensayó tres posibles equipos y sistemas de cara a un Sudamericano que tendrá la complejidad de los rivales, la temperatura y la altura
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12 de enero de 2017 a las 05:00
La selección uruguaya sub 20 tuvo su último entrenamiento previo al Sudamericano de la categoría en Ecuador, en el Complejo Celeste ante Wanderers, rival al que venció por 1-0 con gol de Rodrigo Amaral.

El equipo de Fabián Coito jugó tres tiempos de 35 minutos donde probó distintas alineaciones y sistemas bajo un calor infernal que también formó parte de la planificación de cara a un torneo continental donde el calor y la altura formarán parte del menú cotidiano.

Uruguay jugará en una sede a 2.200 metros de altura sobre el nivel del mar y la adaptación será un aspecto a tener en cuenta.

Venezuela, primer rival de los celestes, está en Ecuador buscando aclimatarse desde el 26 de diciembre por eso el cuerpo técnico de Uruguay considera que esa ventaja deberá emparejarse con un esfuerzo mayor. De llegar a la final el reto es aún más complicado, ya que la altura en quito asciende hasta los 2.900 metros.

El equipo base: un 4-4-2 con movilidad

Ya en la cancha, el primer equipo alineó a Santiago Mele, José Luis Rodríguez, Agustín Rogel, Santiago Bueno, Matías Vigna, Nicolás De La Cruz, Rodrigo Bentancur, Facundo Waller, Marcelo Saracchi, Diego Rossi y Nicolás Schiappacasse en un sistema táctico 4-4-2, con la rotación permanente entre De La Cruz y Rossi, que intercambiaron su posición entre la banda derecha de la zona de volantes y el puesto de segunda punta detrás de Schiappacasse.

Cambio de nombres y de sistemas: del 4-3-2-1 al 4-2-3-1

Para el segundo tiempo Fabián Coito metió mano en el equipo y cambió el sistema. Pasó a jugar con un 4-3-2-1 con Juan Tinaglini, Nicolás Rodríguez, Santiago Bueno, Matías Viña, Mathías Olivera; Agustín Canobbio, Carlos Benavidez, Rodrigo Bentancur; Nicolás De La Cruz, Rodrigo Amaral; Joaquín Ardaiz. Esta oncena le permitió a Coito variar el dibujo táctico y pasar del 4-3-2-1 al 4-2-3-1 con Canobbio sumado a la línea de tres volantes creativos junto a De La Cruz y Amaral un escalón por detrás de Ardaiz. En los primeros 70 minutos Uruguay mostró mucha seguridad en la última zona, contención en la zona media y la intención siempre de jugar hacia las bandas, pero sus delanteros perdieron siempre con la línea final de Wanderers.

El problema no estuvo en los duelos individuales, sino en que Wanderers detectó que Bentancur y De La Cruz eran la manija del equipo y escalonó primero a la joya de Boca Juniors para luego hacer lo mismo con el juvenil de Liverpool. Sin la pelota limpia, Uruguay tuvo problemas para generar fútbol y obligó a Diego Rossi y a Nicolás Schiappacasse a un desgaste extra para entrar en juego.

Además, en el segundo tiempo, el ingreso de Rodrigo Amaral cambió las cartas. El juvenil de Nacional está un escalón por encima del resto desde el punto de vista técnico, dio pases entre líneas y demostró su jerarquía, pero las ventajas que da desde el punto de vista físico hicieron que Uruguay ralentizara sus ataques y perdiera dinámica.

Uruguay ofensivo: dos mixtos y cuatro hombres de ataque

Para el último tiempo de 35 minutos, Coito mandó a la cancha a Adriano Freitas, José Luis Rodríguez, Emanuel Gularte, Nicolás Rodríguez, Mathías Olivera; Santiago Viera, Roberto Fernández; Agustín Canobbio, Rodrigo Amaral, Marcelo Saracchi; Joaquín Ardaiz en un claro 4-2-3-1.

Fue con esa fórmula que llegó el único gol de la tarde, con el tándem Amaral-Ardaiz como protagonista, luego de que el jugador de Nacional limpiara una pelota hacia la izquierda y tras devolución del juvenil de Danubio llegara Amaral para definir.

Uruguay comparte el grupo B junto a Venezuela, Argentina, Perú y Bolivia y tiene materia prima para llegar lejos en el Sudamericano. Los juveniles celestes tienen la última palabra.

Arqueros: seguridad, altura y liderazgo

Los tres arqueros que tiene Uruguay son portadores de un buen físico, tienen la técnica suficiente como para defender el arco uruguayo y una característica que rompe los ojos: voz de mando. Santiago Mele, Juan Tinaglini y Adriano Freitas, quienes jugaron ayer en ese orden, demostraron seguridad bajo los tres palos y ordenaron en todo momento a sus compañeros de la zona defensiva. Mele, arquero de Fénix, es quien tiene todo el favoritismo para ser titular. Tinaglini de River y Freitas de Peñarol lucharán por ser el segundo arquero.

Defensores: tres jugadores fijos

Es la zona donde Uruguay mostró mayor firmeza y menos incógnitas de cara al debut ante Venezuela. José Luis Rodríguez en el lateral derecho junto a Agustín Rogel y Santiago Bueno en la zaga demostraron un nivel superlativo como para asegurar titularidad. La lucha por el lateral izquierdo está entre dos hombres de Nacional: Matías Viña y Mathías Olivera.

Nicolás De la Cruz
Nicolás De la Cruz
Nicolás De la Cruz

Volantes: riqueza, potencia, despliegue y una duda

Para el cuerpo técnico de Uruguay la zona media es la que presenta mayores fortalezas y en ese sentido hay tres jugadores claves para la propuesta del DT. Sin Federico Valverde, que no fue cedido por Real Madrid, Rodrigo Bentancur es el jugador distinto, encargado de hacer las transiciones y de oxigenar los circuitos. Nunca levantó la pelota y siempre fue opción de pase. Nicolás De La Cruz, que jugará más adelantado, le ofrece al técnico explosión en los últimos metros, gambeta, asistencia y gol. Por la izquierda, Marcelo Saracchi es otro de los que muestra atributos como para ser titular. En un equipo donde todos deberán sacrificarse el volante de Danubio es pieza clave, suma despliegue, llegada y un perfil zurdo muy interesante.

Delanteros: depende del sistema

En el ensayo ante Wanderers, Coito probó distintos nombres y sistemas y se pudo ver en ataque a Diego Rossi, Joaquín Ardaiz, Nicolás Schiappacasse, Agustín Canobbio y Rodrigo Amaral. Los tres primeros son las opciones que más valora el cuerpo técnico con la salvedad de que pueden adaptarse a distintos esquemas y situaciones de juego. Rossi puede jugar de volante abierto por su manejo y velocidad final, lo mismo que Schiappacasse que se puede tirar atrás para generar volumen de juego si la pelota no le llega. Ardaiz es un delantero de área típico, con mucha potencia, buen juego aéreo y que maneja los dos perfiles. Agustín Canobbio tiene llegada, pero no jugará como un delantero sino que siempre arrancará desde atrás porque también se adapta en la recuperación. El caso de Rodrigo Amaral es especial. Técnicamente está un escalón por encima pero da mucha ventaja física. Es una opción válida para el cuerpo técnico pero no está para 90 minutos.

Rodrigo Amaral en la lupa de los especialistas
Rodrigo Amaral jugó 70 minutos, dio destellos de su calidad técnica, anotó el único gol del partido pero dejó muchas dudas desde lo físico. La joyita de Nacional da ventajas desde la velocidad y resistencia con sus compañeros. Consultado por Referí, el cuerpo técnico de Uruguay aseguró que se trata de un desajuste metabólico y que hay un equipo de médicos y nutricionistas atentos a la evolución del delantero.

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