Si las canchas de Uruguay son complicadas, las de Kazajistán, mucho más. En un partido correspondiente a la liga de ese país, los jugadores se encontraron con un terreno que tenía una de sus zonas inundadas.
De todas maneras, ese hecho no es tan llamativo, lo raro es que el juez permitió jugar en esas condiciones e incluso obligó a un jugador a tirar un córner desde una zona en donde el agua le tapaba los tobillos. Increíble.
Los jugadores quisieron engañar al árbitro, pero no pudieron. Luego hicieron una de fútbol playa: uno la levantó y otro le pegó, pero la mala suerte, y un despeje desafortunado, hicieron que la pelota vuelva al mismo lugar.
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