Un bohemio de la cabeza

Ya desde el primer tiempo Wanderers salió decidido a imponer condiciones sin negociar su estilo con Matías Santos y Adrián Colombino como tándem mixto en la zona media del terreno y tres volantes creativos liberados en las tareas de contención pero abocados a realizar una presión alta. Wanderers fue vertical sin renegar de la posesión de la pelota con Manuel Castro y Rodrigo Rivero a los extremos y con Ignacio González haciendo circular la pelota para Sergio Blanco que fue la referencia ofensiva.

Fue así, con ese circuito, que Wanderers llegó a la apertura del marcador a los 7 minutos, cuando tras un centro desde la derecha apareció Blanco para de cabeza firmar el 1-0. Era el gol de la tranquilidad, ya que Wanderers necesitaba ganar para sellar su pasaje a la próxima fase de la Copa Libertadores.

Sin embargo el equipo de Jorge Giordano no se quedó en esa ventaja, siguió atacando y no demoró en ampliar la ventaja.

A los 20 minutos y tras un tiro de esquina, los zagueros bolivianos tomaron mal las referencias y Matías Santos apareció solo para, también de cabeza, duplicar la distancia en el marcador.

Luego del segundo gol el bohemio cambió el libreto, se replegó en el terreno y le prestó la pelota a Universitario para esperar y aprovechar la velocidad de sus extremos para salir de contra.

Sin embargo, cuando el partido estaba controlado, una salida en falso de Ignacio De Arruabarrena complicó los planes y Universitario de Sucre recortó distancias con gol de Alejandro Quintana.

En el inicio del complemento, una buena combinación entre Gómez y Santos derivó en una infracción dentro del área que el propio Blanco utilizó para poner el 3-1 parcial de penal pero un desajuste defensivo y otro error grosero del juvenil arquero bohemio le permitió a Alejandro Domeneghini poner el 3-2 y esfumar la ventaja.

El final fue angustiante hasta que Emiliano Barboza fue más arriba que el resto para conectar, por tercera vez en la noche, un cabezazo que le devolvió el alma al cuerpo a Wanderers.

Los minutos de sobra le permitieron a Cristian Palacios poner el definitivo 5-2 y desatar la alegría bohemia.